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Todos los candidatos a la Presidencia tienen proyectos que ven hacia el pasado inmediato o al de hace décadas, sin considerar que el modelo anterior ya es inadecuado, dijo el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz.
“En esencia todos están viendo al pasado y algunos al pasado inmediato, pero pensar que el modelo inmediato anterior va a ayudar es inadecuado”, expuso De la Cruz en conferencia de prensa.
El problema de México, explicó, es estructural y aunque no se debe pensar en tirar todo lo hecho o reinventar el modelo económico, es importante rescatar lo que sirvió y a partir de ahí buscar políticas que dupliquen el crecimiento actual, porque en lugar de crecer a 5% o 6% el país se mantiene en tasas de alrededor de 2%.
Al ritmo actual tardaríamos 48 años en duplicar el ingreso y cuando lo hagamos los demás países ya estarán con mejores niveles de desarrollo, añadió.
En la nueva visión de futuro, dijo, debe pensarse en incluir una agenda social que revierta la pobreza y que termine con la precarización laboral de las empresas. En la que se genere crecimiento de 5% o 6%, donde haya inversión en infraestructura con aumento de inversión pública y privada, y sin desequilibrios en las finanzas públicas. Que haya mejor eficiencia del gasto público y termine la corrupción, impunidad e inseguridad.
“México debe encontrar el mecanismo político-económico-social que le permita superar las restricciones que inhiben el desarrollo nacional, la creación de una sociedad de bienestar y el incremento sostenido de la actividad productiva”, para lograrlo se deben resolver aspectos mínimos esenciales, añadió.
De hacerse los cambios y generar crecimiento de 5% anual o más, entonces se duplicará el ingreso per cápita actual en 20 años.
Expuso que desde fines de los 80 la política a la que se enfocaron los gobiernos fue a globalizar el país, pero en 2016 en el mundo cambió el esquema de globalización e incluso tenemos una guerra comercial Estados Unidos-China.
“El esquema de apertura y de política económica implementado por México desde los años 80 y 90 del siglo XX ya no es funcional para el nuevo entorno institucional que se configura en el mundo y en América del Norte, particularmente porque el gobierno de Estados Unidos busca privilegiar lo que considera estratégico para su crecimiento: recapturar la manufactura y la inversión productiva”, expuso.
Adelantó que seguramente la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la reforma fiscal de Estados Unidos, entre otros cambios, provocarán que se moderen los flujos de inversión a México.