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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Aunque la economía mexicana no está en una recesión, es evidente que se encuentra estancada, estatus en la cual puede mantenerse e incluso terminar decrecimiento, porque los efectos del plan para impulsar la actividad no se verán en este año, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo detalló que el principal problema es que no hay inversión privada, debido a la incertidumbre que generan las decisiones del actual gobierno, por lo que se “requieren de decisiones de política económica con solidez, convincentes y provean certidumbre, acompañadas de una narrativa congruente por la autoridad”.
En su análisis semanal expuso que que si se ejercieran los 485 mil millones de pesos que contempla el plan de impulso a la economía, se puede aportar medio punto porcentual al PIB, pero “aún si se diera en su totalidad el paquete, el efecto no se presentará en este año, sino que se esparcirá en el tiempo, quizá en más de dos ejercicios”.
Agregño: “el paquete fiscal no representa una solución de raíz al problema de estancamiento económico. Más aun, es probable que ningún paquete de medidas de gasto público, con o sin impacto presupuestario o a través de la banca de desarrollo, represente una solución, ya que el principal problema es la falta de dinamismo en la inversión privada”.
Consideró que por las consecuencias de tener un estancamiento económico “prolongado” es necesario que el gobierno esté consciente de la necesidad de crear certidumbre y ello implica justificar la rentabilidad económica y social de sus prioridades emblemáticas.
Por el lado de las inversiones públicas, mediante las evaluaciones de costo beneficio social que manda la ley de presupuesto y responsabilidad hacendaria y, por el lado de los programas sociales, mediante objetivos y reglas de operación y padrones claros y transparentes, y con evaluaciones de impacto independientes, rigurosas y regulares”.