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En México muy pocas personas ganan los 16 dólares la hora que propone el gobierno de Estados Unidos dentro del acuerdo comercial bilateral para los trabajadores especializados de la industria automotriz.
Sólo 269 mil trabajadores en el país reciben o superan un ingreso de 16 dólares la hora, que equivale a 308 pesos (con un tipo de cambio de 19.30 pesos), es decir, 2 mil 470 pesos diarios o 74 mil 112 mensuales.
La cifra de empleados con esa percepción apenas representa 0.5% de los 53.8 millones de personas ocupadas, según cifras del Inegi.
“Es conocido que menos de 1% de la población ocupada en México gana más de 10 salarios mínimos, que son como 27 mil pesos al mes, por lo que alguien que reciba más de 74 mil pesos es mucho más difícil de alcanzar”, dijo el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
El lunes pasado, como parte del acuerdo comercial entre México y Estados Unidos, se dio a conocer que para considerar un automóvil como hecho en Norteamérica y no ser objeto de aranceles debe incorporar cuando menos 75% de insumos de ambos países, y además, entre 40% y 45% de éstos tienen que ser provenientes de regiones donde los trabajadores ganen como mínimo 16 dólares la hora.
El vicepresidente de comercio exterior y relaciones internacionales de la Canacintra, Arturo Rangel, dijo que las percepciones salariales en el sector automotriz de México sólo se tienen en niveles gerenciales, directivos y técnicos súper especializados, como los matriceros o de plásticos, quienes incluso pueden ganar más que un ingeniero en mecatrónica.
En México, los salarios de los técnicos especializados del sector automotriz y de ingenieros en mecatrónica en promedio son de entre 5 y 7 dólares la hora, un monto por debajo de los 16 dólares que se establece en el acuerdo bilateral.
Para alcanzar la percepción que se condiciona se va a requerir invertir en grandes instalaciones para robotizar los procesos a fin de que los técnicos o especialistas manejen entre tres o cuatro líneas de producción, dijo Rangel.
De la Cruz explicó que las nuevas reglas comerciales obligarán al país a tener criterios de política industrial que permitan elevar la productividad, disminuir costos de algunos otros insumos como energía y que se mejoren las condiciones de seguridad y logística para que las empresas del sector implementen los salarios en México a ese nivel.
“El presidente Donald Trump y los sindicatos estadounidenses buscan regresar la manufactura a su país y no quieren que México cuente con ventaja laboral, pues parte de la atracción de inversiones ha sido por los salarios bajos que se pagan.
“El problema es que no podemos de un día para otro aumentar esas percepciones a 16 dólares por hora, porque rompe con el esquema salarial de la industria automotriz”, comentó Ricardo Martínez, abogado laboral y socio del despacho De la Vega Martínez Rojas.
Comentó que es buena idea tratar de aumentar salarios, pero se requiere que sea un proceso gradual, que no desincentive la inversión de armadoras y genere desempleo en una rama que ha ido floreciendo.