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La defraudación fiscal, sobre todo en importaciones, se puede atacar con el apoyo de la tecnología y la cooperación internacional, lo que podría aumentar la recaudación entre 1% y 2% del Producto Interno Bruto (PIB), estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el capítulo 2 analítico sobre gobierno digital del Informe Monitor Fiscal 2018 que presentará el organismo el próximo 18 de abril, antes de las reuniones de Primavera, se analizan riesgos y oportunidades.
Se advierte que la digitalización no resolverá todos los problemas, incluso puede crear nuevos.
La digitalización no es una bala de plata para una mayor recaudación, pero podría ir más allá del cumplimiento, considerando que el Impuesto Sobre la Renta para el trabajo tiene una tasa promedio en el mundo de 30%, que podría afectar los ingresos y más si no se ve reflejado en una mejora de servicios públicos.
Por eso también se requieren soluciones globales, en un contexto en que los gobiernos no podrán oponerse a esta tendencia, ya que las firmas digitales como Google, Facebook y Amazon ahora están por todas partes.
La gente está reemplazando taxis con Uber, hoteles con Airbnb y el efectivo con pagos en línea.
Ante este panorama hay dos caminos: resistir los riesgos, o embarcarse en un viaje para seguir el camino de evitar la evasión fiscal que quedó al descubierta con la riqueza protegida en jurisdicciones de baja imposición con los Panamá Papers y Paradise Papers, de un promedio de 10% del PIB mundial.
En el estudio comentado por el director del departamento de Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar, y por la subjefa de división, Geneviève Verdier, bajo el título El juego digital: Nuevas tecnologías transforman la política fiscal, se pondera que los países pueden abordar la evasión fiscal con soluciones digitales y cooperación internacional.
Con el intercambio de información sobre los contribuyentes, se tiene la posibilidad de buscar de manera más efectiva esta riqueza antes de que sea ocultada, dijeron.
