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La contradicción entre el interés de atraer inversión extranjera y la debilidad institucional con la eliminación de entes autónomos con las reformas aprobadas por Morena, le quita el sueño al exgobernador del Banco de México (Banxico), Guillermo Ortiz Martínez.
Esto debido a que con la erosión del marco institucional aumentaría el riesgo-país y perderíamos el grado de inversión en la calificación crediticia de México, dijo el también exsecretario de Hacienda y Crédito Público.
“Esa es una contracción que a mí me quita el sueño”, expresó al dictar una conferencia magistral sobre el entorno económico global y nacional en el Seminario de Perspectivas Económicas 2025 del ITAM.
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Ortiz Martínez afirmó que la fortaleza del marco de política monetaria, fiscal e institucional nos ha permitido enfrentar episodios difíciles.
“El marco institucional que se fue reforzando con entes autónomos e independientes, ayudaron mucho a México a sortear estas crisis”, aseguró.
Ahí el exsecretario de Hacienda confesó que lo que realmente le preocupa es que "estamos siguiendo una política completamente contradictoria".
Inversión extranjera podría estar en peligro: exgobernador de Banxico
Expuso que si bien es indispensable la inversión privada con la oportunidad del nearshoring, la relocalización de las cadenas productivas, y por todo el tema geopolítico que desde su punto de vista se “podría poner peor”.
Pero en última instancia, consideró, eso puede tener algo favorable para México, sin embargo lamentó que “estamos destruyendo sistemáticamente el Estado de derecho” y el entorno institucional, estamos incrementando el riesgo-país.
“Corremos el peligro que nos quieten el grado de inversión”, alertó al referir lo que decía un experto: “Las crisis financieras primero vienen lentamente hasta que se aceleran y luego…¡boom!”
Ortiz enfatizó que estamos “minando” las bases que nos dieron la posibilidad de sortear crisis económicas anteriores.
“Estamos debilitando nuestras defensas y por otra parte queremos atraer inversión extranjera, esto es una contradicción y tendremos que pagar más por ello”, sentenció.
Hizo ver que aún se desconoce hasta qué punto este legado de la administración anterior ya llegó a su fin y va a empezar una etapa de corrección.
Sin embargo, consideró que obviamente el instinto de Morena sigue siendo la acumulación de poder y la supresión de la oposición.
“Probablemente lo que ocurra es que los pleitos internos en Morena se van agudizar y eso puede ser una oportunidad para la presidenta actual de realmente tomar su propia agenda”, confió.
sg/mcc
