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El mercado de las clínicas de cuidado personal conocidos como spas eleva su dinamismo con el periodo de desaceleración económica en el país y este comportamiento anticíclico se relaciona con la necesidad de los consumidores por buscar formas de relajación, explicó Omar Ojendiz, director de operaciones del spa Eterose.
De acuerdo con el Global Wellness Economy Monitor 2018, el valor de esta industria fue de 119 mil millones de dólares a escala global y emplea a casi 2.6 millones de personas. Hacia adelante, se prevé que el sector genere 3.1 millones de personas trabajando.
“Tan sólo en la Ciudad de México se tiene estimado que operen cerca de 3 mil spas, de los cuales la mayoría maneja una categorización incorrecta, son lugares formales, pero únicamente proporcionan masajes o mascarillas, un spa en México se considera como cualquier lugar donde se dé este tipo de servicio”, indicó.
Uno de los retos para la industria es prevenir los riesgos para los consumidores, por lo que Ojendiz recomendó revisar las certificaciones e investigar a los establecimientos en donde se realicen actividades estéticas.
“El sector es muy fluctuante, se impulsa por la novedad en los servicios o por moda, pero es importante contar con certificados de la Cofepris y que sea un negocio bien establecido, porque de lo contrario el consumidor está expuesto a riesgos y a contraindicaciones por el uso de ciertos productos”.
