En octubre pasado se logró recuperar el nivel general de empleo formal que existía en el país antes del inicio de la pandemia, con excepción de los jóvenes, entre quienes persiste un déficit de 89 mil 286 plazas para recobrar el terreno perdido por el cierre de establecimientos y suspensión de actividades a causa del confinamiento en 2020.
Al cierre del mes pasado había 6 millones 493 mil 523 plazas registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ocupadas por jóvenes menores de 30 años, cifra 1.4% por debajo de los 6 millones 582 mil 809 puestos existentes en febrero de 2020, antes de que estallara la crisis laboral por el Covid-19.
Es probable que en noviembre el nivel de empleo formal de los jóvenes pueda acercarse e incluso superar el terreno perdido por la pandemia, aunque dicha recuperación sería parcial si se toma en cuenta la pérdida de plazas que estacionalmente se registra en diciembre, por 300 mil puestos, de los cuales casi la mitad corresponden a jóvenes menores de 30 años, conforme a los datos del último decenio.
Hasta el segundo trimestre del presente año, 1.2 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años se encontraban desempleados, casi la mitad de la población desocupada en dicho periodo.
Otro segmento de los jóvenes en edad y deseos de trabajar ha salido del mercado laboral sumándose a la Población No Económicamente Activa (PNEA), por considerar que no tiene oportunidad de conseguir empleo. Del total de la PNEA, hay 2.7 millones de jóvenes que declararon estar disponibles para trabajar, pero no buscaron empleo, por lo que son un segmento adicional del rezago laboral para este segmento en el país.
En México casi siete de cada 10 jóvenes de entre 18 y 29 años tienen dificultades para incorporarse al mercado laboral formal por falta de experiencia y habilidades —como el manejo de un segundo idioma y conocimientos técnicos—, arroja el estudio Escasez de oportunidades laborales para los jóvenes, de ManpowerGroup y Junior Achievement Americas.
Asimismo, a mayor escolaridad los jóvenes mexicanos enfrentan más dificultades para emplearse, pues con licenciatura el índice es de 83%, contra 76% en el caso del bachillerato.
Sin embargo, los jóvenes con mayor escolaridad han participado más en el empleo formal y a menor escolaridad sus oportunidades laborales se han enfocado en el sector informal.
Entre los segmentos de la población que han superado la pérdida de empleos por la pandemia destacan quienes tienen entre 30 y 44 años, cuyo monto llega a 8 millones 516 mil 755 plazas formales al cierre de octubre pasado, cifra 1.4% superior a la reportada en febrero de 2020; entre quienes tienen de 45 a 59 años hubo 5 millones 111 mil 835 puestos, monto 3.1% arriba del nivel previo a la pandemia.
Por el contrario, la población ocupada en el sector formal de 60 años y más reportó 645 mil 474 plazas al término del mes anterior, 4% por debajo de 672 mil 598 puestos observados en febrero del año pasado.
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