Para no poner en riesgo 7.3 millones de empleos formales de las micro, pequeñas y medianas empresas, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseguró que la reforma a la jornada laboral debe incluir un comité tripartita para hacer revisiones periódicas y para frenar la disminución de las horas semanales de no haber las condiciones económicas para continuar con ello.
El presidente de la Confederación, Juan José Sierra Álvarez, advirtió que no están en contra de la reducción de la jornada laboral, pero hay que considerar “si no existen garantías para el empleo formal y el entorno económico muestra signos de recesión, debe considerarse una pausa en la implementación de la estrategia”.
“Nosotros no venimos a decir no. Venimos a decir sí, pero un sí acompañado de soluciones, de datos, de propuestas viables. Venimos a decir que sí es posible prosperar hacia una jornada reducida, siempre que lo hagamos de manera ordenada, que permita proteger y fomentar el empleo formal, especialmente salvaguardar a los sectores más frágiles”, comentó ante el Quinto Foro Nacional sobre la Jornada Laboral convocado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Propuso una ruta técnica y realista para reducir la jornada laboral sin comprometer la formalidad, el ingreso, ni la viabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), ni tampoco de los de los 7.3 millones de empleos que éstas generan.
Expuso que la reforma a la jornada laboral debe ser escalonada, “con mecanismos de revisión periódica guiada por un comité tripartito, conformado por representantes del gobierno, los trabajadores y el sector empresarial, que permita evaluar anualmente si las condiciones macroeconómicas nacionales e internacionales justifican mantener el ritmo del cambio, ajustarlo o reforzarlo”.
Agregó: “Y si en algún momento las condiciones cambian drásticamente —por ejemplo, ante una recesión económica— ese mismo mecanismo debe permitir hacer una pausa, un ajuste o una adecuación temporal sin desviar el objetivo de fondo. No se trata de detener el avance, sino de protegerlo de retrocesos mayores”.
Además de que debe haber esquemas laborales a cada sector, por ejemplo, jornadas semanales, quincenales o mixtos a fin de que se adapten y sean flexibles dependiendo de las necesidades productivas.
Pidió no improvisar, realizar una reforma planeada y que considere la situación real del sector productivo, porque “una reforma precipitada” podría impactar a más de 13.4 millones de personas que laboran más de 40 horas semanales, de las cuales más del 50% se desempeña en una mipymes.
“Tenemos en nuestras manos una decisión que puede marcar el rumbo del trabajo digno en el país. Pero también implica una obligación moral: escuchar, construir acuerdos, evitar improvisaciones. Nosotros creemos en un México que cambia, pero que también cuida lo que importa”, expuso.
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mgm