Aunque algunas características neoliberales se eliminaron en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el sello de su administración fueron las contradicciones en las políticas y acciones que se implementaron, dijeron especialistas en economía.
Y según lo expresado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al tomar posesión el martes pasado, el rechazo a esa teoría económica se va a mantener durante su administración federal.
Para expertos, si bien la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) muestra un apoyo al libre comercio, en realidad la reforma al Poder Judicial y las restricciones al sector energético frenan la participación privada, por lo que hay contradicciones.
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Sin embargo, prácticamente durante todo el gobierno anterior se mantuvo la disciplina fiscal, lo que es un rasgo muy neoliberal, pero definitivamente hubo acciones que no caracterizan a ese modelo, como el endeudamiento, la desaparición de organismos autónomos, así como la mayor participación del Estado en la economía, por ejemplo, al involucrar a las Fuerzas Armadas en diversos sectores.
“Al final del gobierno anterior ha habido golpes muy fuertes que debilitan las bases liberales como la independencia del Poder Judicial, pero hay cosas que a la actual administración le conviene mantener, como la disciplina fiscal”, afirmó la gerente de asuntos económicos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Mylene Cano de la Fuente.
“Más que reaccionar al tema de la reforma judicial, los inversionistas quieren ver que se regrese a un déficit más controlado, de alrededor de 3% del PIB. Este tema de la disciplina fiscal es muy neoliberal y vital para mantener la confianza en México”, agregó.
Asimismo, el uso de los ahorros de fideicomisos de administraciones pasadas para destinarlos a transferencias de programas sociales a la población va en contra del neoliberalismo, dijo.
Por etapas
Para la directora general del colectivo México ¿cómo vamos?, Sofía Ramírez, hubo momentos neoliberales a lo largo de la administración de López Obrador, porque en medio de la pandemia de Covid-19 el gobierno fue muy neoliberal al mantener la austeridad fiscal, lo que se vio reflejado al no destinar recursos adicionales a la salud ni apoyos a las empresas. Sin embargo, en 2022 y 2023 se invirtió en infraestructura con sobrecostos y el sector público se endeudó, incluso durante el presente año.
“No fue nada neoliberal cuando estuvimos en un ciclo de desaceleración económica, pero fue el gobierno más gastador, más populista y se endeudó. El argumento de que es la segunda fase de invertir en infraestructura, no la compro, porque paga con sobrecosto.
“Muy neoliberal en las transferencias, en la garantía de acceso a los servicios; medio neoliberal en la parte de la austeridad fiscal, porque implicaba menor gasto público cuando necesitábamos gastar más, pero ya no fue neoliberal en la desaceleración económica, cuando el gasto público llevó a endeudamiento”, añadió.
En lugar de desregular, como marca el neoliberalismo, apostó por una regulación gubernamental, “pero la hizo mal”, señaló Ramírez, porque “hay un trato prioritario y discriminatorio contra los privados y a favor del Estado”.
El neoliberalismo lleva a privatizar las empresas, continuó, “pero López Obrador no privatizó. Militarizó la inversión pública, el turismo, el transporte aéreo, la construcción y las aduanas”.
En lugar de proteger los derechos de propiedad, el gobierno no incentivó la inversión, reguló contra actividades como la minería e incluso pidió a Grupo México donar un espacio para el proyecto del Tren Interoceánico.
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Casi extinto
Las teorías y propuestas del neoliberalismo se popularizaron en los años 70, oponiéndose al keynesianismo y se hicieron predominantes en buena parte del planeta.
En opinión de la coordinadora del programa de Competencia y Regulación de México Evalúa, Ana Moreno, el gobierno de López Obrador prácticamente acabó con las políticas neoliberales, si se toman en cuenta las características del Consenso de Washington que dieron origen a esa escuela económica. Por ejemplo, aunque hubo transferencias de recursos para las familias, no tienen que ver con los objetivos del modelo neoliberal.
Pero pese a que se redujeron los subsidios para dirigirlos a infraestructura, terminaron impulsando “obras faraónicas” y se descuidó la inversión en infraestructura carretera, educativa y de salud, dijo.
En lugar de privatizar, como predica el liberalismo, se expropiaron tierras, se buscó eliminar los contrapesos y, en lugar de desregular y de proteger al medio ambiente y al consumidor, la política fue muy laxa, señaló.