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Los principales motores de la economía mexicana —inversión física, consumo y exportaciones— registraron la caída más fuerte de la que se tenga registro durante el segundo trimestre de 2020, de acuerdo con el Inegi.
El impacto negativo de estos indicadores se debe a la crisis económica que se generó por la pandemia del Covid-19.
La formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión en maquinaria, equipo y construcción reportó una contracción de 29.8% de abril a junio del presente año respecto al periodo enero-marzo, hilando cinco trimestres a la baja. Mientras la inversión pública disminuyó 4.4%, la de origen privado se desplomó 33.2%.
La inversión fue uno de los sectores más impactados, debido al cierre de actividades y la incertidumbre que exacerba su efecto en las decisiones de gasto de capital de los negocios. En este contexto y consistente con la continuidad de los proyectos clave del gobierno federal, el componente privado registró las mayores pérdidas, explicó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.
Por su parte, el consumo privado tuvo una caída de 19.4%, en tanto que el consumo del gobierno retrocedió 1% durante el segundo trimestre del año. Se observó una contracción más fuerte de los bienes importados (-30%) que los domésticos (-19.4%), y dentro de este último, los bienes (-18.2%) retrocedieron menos que los servicios (-21%).
Datos más oportunos, tales como el indicador mensual del consumo sugieren que las personas continuaron favoreciendo la compra de bienes esenciales, con los duraderos y semiduraderos aun cayendo con fuerza.
Otro importante motor de la economía, como es la exportación, cayó 30.5% en dicho trimestre, con un efecto de base más complicado (al haber crecido el trimestre previo), pero también con las medidas de confinamiento que generaron un mayor efecto. A finales de marzo fueron impuestas acciones para intentar reducir el número de casos.
La caída de la inversión, el consumo y las exportaciones incidieron en que la demanda global (igual a la oferta global) de bienes y servicios registrara una contracción global de 19.8% en el segundo trimestre de este año respecto al inmediato anterior.
En su comparación anual, la oferta global cayó 21.6%. Por componentes, el Producto Interno Bruto se redujo 18.7% y las importaciones lo hicieron 29.7% en el segundo trimestre del año con relación a igual trimestre de 2019.
Al interior de la demanda global, los datos del Inegi muestran que la formación bruta de capital fijo se redujo 34% a tasa anual, las exportaciones de bienes y servicios -31.1% y el consumo privado -20.6%; mientras que el consumo de gobierno aumentó 2.4% con cifras desestacionalizadas.
Estos resultados de la demanda y oferta global muestran que la pandemia de Covid-19 tuvo un impacto sin precedentes sobre la economía en el segundo trimestre de 2020. Sin embargo, y considerando datos oportunos, la actividad ha dado señales de recuperación de julio a agosto, aunque mixtas en el último mes.
La recuperación estaría impulsada por el sector externo, con las exportaciones posiblemente regresando a terreno positivo hacia finales del año. El dinamismo estaría impulsado por acciones de estímulo tomadas especialmente en Estados Unidos, donde se han implementado acciones tanto en el frente monetario como fiscal para apoyar la demanda agregada, estimó Alderete.