El festejo más importantes para los indígenas rarámuris, es la Semana Santa o semana mayor, como también se le conoce, es en estas fechas dan gracias por todo lo que han recibido durante el año; y lo hacen de una manera muy tradicional: a través de bailes y danzas. La danza es su forma de hacer oración.
Uno de los poblados más emblemáticos dentro del estado de Chihuahua es Noragachi, muy cerca del Pueblo Mágico de Guachochi, conocido también como “El Corazón de la Sierra Tarahumara”, aquí se concentran un gran contingente de rarámuris, los cuales durante tres días realizan una serie de ceremonias y rituales: comienzan con una fogata que prenden en la parte más alta de la montaña, bajan hacia el atrio de la Misión ataviados con trajes, tocados y banderas muticolores, acompañan sus danzas armonizados con el sonido de tambores y el violines. A esta ceremonia se le conoce como “La danza de los pintos”, llamada así porque los hombres decoran sus cuerpos con manchas blancas que consiguen al mezclar cal con agua. El sábado santo proceden a quemar al “Judas” representado por un monigote vestido con ropas de mestizo. Así representan el triunfo del bien sobre el mal.
Otra de las comunicades importantes es San Ignacio de Arareco, en el municipio de Bocoyna, muy cerca al Pueblo Mágico de Creel, se realizan danzas y el tradicional ayuno, durante el jueves y viernes santos, los “soldados” y “fariseos” bailan con el estómago vacío y como recompensa comerán un “tónari” (carne de res cocida en agua) preparado por quien haya sido elegido como el “fiestero” y las mujeres de la comunidad.
Al igual que en Norogachi, al tercer día, harán la “quema del Judas”; que los rarámuris elaboraron también en tamaño real a base de troncos de madera rellenos de pasto seco, con la finalidad de dar vida a Judas, personaje que traicionó a Jesús. Según la tradición si los “soldados” no encuentran esta figura para llevar a cabo la quema, pueden tener varias desgracias en la comunidad, ya sean inundaciones o sequías.
Estas celebraciones tienen lugar en casi todas las antiguas iglesias misionales de la Sierra Tarahumara. Tiene el más profundo significado religioso y se festeja con mucha seriedad, si se desea asistir a presenciar estos ritos centenarios, es muy recomendable que previamente se solicite permiso a la máxima autoridad tradicional, quien pedirá autorización a su vez a la comunidad. Si se deseara filmar o tomar fotografías, es todavía más recomendable e incluso mandatorio hacerlo con la previa autorización de la autoridad, y por lo general le solicitarán a cambio que contribuya con alimentos, fruta o alguna aportación.
Sin duda es una experiencia que debes vivir, conoce y disfruta de una de las celebraciones que dan identidad y tradición al estado de Chihuahua, hogar de la nación de los rarámuri, también conocidos como “pies ligeros”.
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