Los paisanos que hicieron su vida en Estados Unidos, pero en algún momento trabajaron de manera formal en México, enfrentan un calvario para recuperar su ahorro para el retiro o llevar a cabo aportaciones voluntarias con el fin de obtener una pensión.
Con residencia en Nueva York, Reyna Martínez se encuentra en esa situación y desconoce qué hacer con las más de 400 semanas cotizadas que tiene en el IMSS.
Cuando acudió al consulado de México en Nueva York, asegura que no le ofrecieron ninguna solución y le informaron que no se contaba con el personal para ayudarle con el trámite. Hasta la fecha, sigue buscando ayuda con sus familiares para saber si puede echar mano de esos recursos y qué hacer para obtener una pensión.
Si bien existen convenios entre autoridades para ayudar a que los migrantes aporten al IMSS desde Estados Unidos, el trámite es complicado y hay poco personal capacitado en los consulados.
“Tengo toda mi documentación y quiero aportar algo de mi dinero para ver si alcanzo una pensión en México, pero el trámite es muy complicado. En el consulado no saben ni siquiera explicarme bien cómo reviso mis semanas cotizadas y menos decirme si estoy en una Afore”, relata Martínez.
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Dada la demanda de seguridad social en México que buscan los migrantes, se generaron iniciativas para facilitar trámites y ayudas para obtener pensión en el país.
En marzo pasado, el senador de Morena, José Narro Céspedes, presentó la iniciativa para realizar modificaciones al artículo 13 de la Ley de Seguridad Social, cuyo contenido propone establecer que, de manera voluntaria, los trabajadores migrantes pueden ser sujetos de aseguramiento al régimen obligatorio de seguro social.
El esquema permitiría a migrantes y sus familias en México tener acceso a servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica, así como incapacidad en caso de accidente de trabajo, pensión por invalidez y vida, ahorro para el retiro y servicio de guarderías, velatorios y prestaciones sociales. De momento, la iniciativa está en comisiones en el Senado.
Ayudar a los migrantes a recuperar sus semanas de cotización es clave para que puedan pensionarse. Tras dos años y medio de que se puso en marcha la reforma a la Ley del Seguro Social y a la Ley de los Sistemas de Ahorro en México, se han logrado jubilar 58 mil 759 trabajadores con menos de mil 250 semanas de cotización.
Justo el número de semanas era una de las limitantes para alcanzar una pensión al concluir la vida laboral, de acuerdo con la Consar.
Bancarizar a paisanos
Emprendedores desarrollaron esquemas para que los migrantes mexicanos que quieran formar un patrimonio en México puedan invertir en terrenos, construcción de casas o abrir negocios en sus lugares de origen, para lo cual necesitan acceder al sistema financiero del país.
En promedio, los migrantes mexicanos reciben de dos empleos, al menos, 3 mil 500 dólares de ingresos al mes, y envían a sus familias cerca de 800 dólares mensuales, recursos que pueden ser usados aquí de manera formal al bancarizarlos, expone Paola Loranca Rodríguez, directora general de Patrimonio Migrante, empresa especializada en apoyar a connacionales que trabajan en Estados Unidos a conservar sus recursos en México.
La directiva dice que hay alta demanda de paisanos que buscan opciones para comenzar a mandar recursos e incluso generar un historial crediticio en México para acceder a más productos financieros.
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“No tienen un enfoque real en temas patrimoniales. Los ayudamos y asesoramos en la creación de historial de crédito, así como la contratación de microfinanciamiento para mejora de viviendas o construir. Con ese historial pueden acceder más financiamiento”.
La especialista recuerda que, en teoría, las remesas enviadas por los jefes de familia deberían aprovecharse para cubrir educación, salud, mantenimiento de viviendas.
Sin embargo, ante la falta de cultura financiera, los recursos se desperdician en eventos sociales, compras de tecnológicas innecesarias o apadrinamientos de fiestas.
Hace ver que incluso se da apoyo cuando el migrante muere en Estados Unidos y la familia no cuenta con recurso para la repatriación.
“Una repatriación desde Estados Unidos puede costar hasta 200 mil pesos... También les ayudamos con la repatriación cuando las familias no tienen pasaporte ni visa para poder viajar, puedan tener una asistencia legal”, explica.