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La conformidad del gobierno federal frente a la realidad lo ha llevado a la inacción ante un fuerte deterioro de la economía, que incluye un aumento de pobreza, el cierre de actividades, empresas y fuentes de empleo productivo, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, el organismo urgió a acelerar la tasa de crecimiento del país; sin embargo, para lograrlo es crucial elevar la inversión.
“Para atraer y retener montos mayores de inversión es imprescindible facilitarla y promoverla, así como mantener la seguridad jurídica y el Estado de derecho”, añadió.
El centro de estudios expuso que la caída de la inversión se ha agudizado fuertemente en este gobierno, que además, en la que se refiere a la pública, tiene claros objetivos políticos y se encuentra dirigida mayormente a proyectos cuya rentabilidad social es dudosa y opaca.
En tanto, la inversión privada ha sido desalentada de manera significativa, añadió.
Como ejemplo, el organismo enumeró diversos proyectos en los que se atentó contra la certidumbre jurídica que significó un duro golpe a la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros.
Entre ellos se encuentran la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco, el incumplimiento de contratos de transporte de gas natural (gasoductos), la consulta para echar atrás la construcción de una planta de la cervecera Constellation Brands o la iniciativa contra el outsourcing.
El CEESP también mencionó la aprobación del Senado del proyecto de reforma a la ley del Banco de México y los trabajos previos para presentar iniciativas de reformas constitucionales para la desaparición de órganos reguladores autónomos.
El más reciente caso de incertidumbre jurídica que mencionó el organismo en su análisis fue la iniciativa preferente para reformar la ley de la industria eléctrica, que busca dar preferencia a la CFE en el despacho eléctrico.
“A la luz de estas señales de animadversión ante la inversión privada y el continuo deterioro de la pública, resulta curioso que el Presidente aparenta sentirse cómodo, cuando es bien sabido que la inversión es el motor que puede provocar la recuperación de la actividad económica, severamente debilitada en estos dos últimos años, y por lo tanto reducir la pobreza de forma sostenida hacia el futuro”, explicó.
Puso de manifiesto que esta comodidad o complacencia es aún más sorprendente en vista de la amplia percepción del mal manejo de la pandemia por parte de México alrededor del mundo y evidente dentro del país.
Consideró que México requiere una recuperación importante que logre compensar más allá de lo perdido en los últimos dos años y que cumpla con las necesidades de bienestar de la población de manera sostenida en el mediano y largo plazos.
