La economía nacional registrará un fuerte impacto por la decisión de cerrar las actividades no esenciales en la Ciudad de México y el Estado de México, y se espera una amarga Navidad con recorte de empleos, cierre de negocios, aumento de la informalidad y caída de los indicadores económicos nacionales.
Las dos entidades representan una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) del país y, si sólo se permiten las actividades esenciales, se estima un cierre de 50 mil empresas y la pérdida de 200 mil empleos adicionales, advirtió el director General del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz.
“Es una mala noticia, porque ambas entidades representan 25% del PIB del país. Además, la Ciudad de México tiene una alta dependencia del comercio, de la parte de servicios, alojamiento y restaurantes, y mucha de su evolución depende del sector servicios, que será uno de los más afectados”, dijo el especialista.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, informó ayer que ante la evolución de la pandemia por coronavirus se requieren medidas extraordinarias para lograr que en las próximas tres semanas se reduzcan los contagios en el Valle de México.
En una conferencia de prensa conjunta con Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, anunció la suspensión de actividades económicas y sólo las esenciales se mantendrán en funcionamiento desde hoy y hasta el 10 de enero.
Las medidas de confinamiento aplicadas en abril y mayo a escala nacional se tradujeron en un desplome del PIB de 18.7% a tasa anual.
Estocada final
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) señaló que este segundo cierre de actividades no esenciales condena a miles de meseros, parrilleros, cocineros y trabajadores del sector al desempleo, porque habrá quiebra de restaurantes.
En un comunicado, dijo que la noticia se dio sin previo aviso y muchos restaurantes no podrán terminar con sus inventarios, lo que causará pérdidas millonarias porque la comida para llevar o el servicio a domicilio son insuficientes para canalizar los productos perecederos.
Los restaurantes actualmente sobreviven por cuenta propia, siendo los más afectados los trabajadores, así como los proveedores locales.
Ante el panorama, la Canirac pidió a la autoridad “llevar a cabo una declaratoria sanitaria conforme a la ley para tener un marco jurídico que permita llegar a acuerdos con arrendadores, proveedores y empleados”.
Se requiere dar apoyos fiscales como prórroga de pagos de impuestos, servicios, derechos, licencias de funcionamiento y subsidios al empleo, y que el gobierno garantice el cumplimiento del semáforo rojo para que las actividades productivas se reactiven el 11 de enero, agregó.
La decisión de cerrar la economía a actividades no esenciales es lamentable, porque la parálisis ocasionará un daño a la economía, pero es necesario ser solidarios y sumarse al llamado a ser responsables para evitar los contagios, dijo por su parte el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos.
“Lamentablemente ha habido un repunte en el número de contagios y eso va a modificar el color de los semáforos epidemiológicos en varias localidades o estados y lo que nos queda es sumarnos, hacer un llamado a la responsabilidad y solidaridad”.
Durante una videoconferencia, dijo que esta temporada decembrina es un mes para convivencia social, pero con el llamado de la autoridad hay que ser más cuidadosos.