De un universo de 15.8 millones personas en edad y condiciones de trabajar que habitan en el Valle de México (Ciudad de México y Estado de México), sólo 1.2 millones (7.6%) tienen trabajo digno, con ingresos suficientes para sostener a una familia y afiliación a la seguridad social, advirtió Rogelio Gómez-Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

El resto de dicha población está excluida del mercado laboral (5.6 millones) o trabaja en condiciones precarias (7 millones 528 mil personas), con percepciones que no alcanzan para adquirir dos canastas básicas y/o sin seguridad social.

De acuerdo con el estudio, las dos entidades federativas reúnen un total de 15 millones 753 mil personas en edad y en condiciones de trabajar.

En el caso de la exclusión del mercado laboral por ocuparse en quehaceres domésticos y de cuidados, 94% de los casi 3 millones de personas en esa condición son mujeres, en su mayoría jóvenes.

En la CDMX apenas un poco más de medio millón de personas (523 mil) tienen trabajo digno, mientras que 2 millones 521 mil trabajan en condiciones precarias y un millón 898 mil están desocupadas y disponibles para laborar o no disponibles para trabajar porque están ocupadas en labores del hogar y de cuidados; de éstas últimas, 91% son mujeres.

Con empleo digno, sólo 8 de cada 100 en Valle de México
Con empleo digno, sólo 8 de cada 100 en Valle de México

En el Estado de México viven 10 millones de personas en edad productiva, sin considerar a estudiantes, jubilados ni personas con discapacidad. Es una zona industrial y también la entidad con mayor número de personas en pobreza. Ahí sólo 670 mil personas tienen trabajo digno, hay 5 millones trabajando en condiciones precarias y 3 millones 653 mil personas excluidas del mercado laboral.

Las cifras fueron presentadas por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza al dar a conocer el Semáforo de Trabajo Digno realizado a partir del análisis de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que levanta el Inegi.

A escala nacional, el trabajo digno sólo beneficia a 9 millones de personas, es decir menos de la quinta parte de las personas ocupadas en México, mientras que 35.3 millones trabajan sin alcanzar un salario suficiente y/o ingresar a la seguridad social. En tanto, 24.6 millones de personas quedan fuera del mercado laboral por desempleo o por estar impedidas de buscar trabajo remunerado por sus quehaceres de cuidados o del hogar, y de esta última cifra la gran mayoría son mujeres (95%).

“El dato de la situación nacional y regional del trabajo digno es una parte importante de la fotografía de la realidad nacional, porque incide en la falta de crecimiento de la economía, limita la dimensión del mercado interno, reduce la capacidad recaudatoria fiscal y, sobre todo, porque representa un caso extremo de violación de derechos humanos que genera más pobreza y desigualdad en el país”, comentó Gómez-Hermosillo.

El círculo vicioso inicia con la escasa capacidad del sistema para generar empleos formales con salario suficiente y seguridad social, dijo.

Sin contar a estudiantes, pensionados y personas con impedimentos graves, México tiene una población de casi 75 millones de personas en edad y condiciones de trabajar, pero únicamente 50 millones están ocupados. Así, cada año hay un déficit de cerca de 700 mil empleos, agregó el especialista.

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