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La mejor manera de celebrar el día de San Valentín es con tu pareja, amistades o seres más queridos. Si quieres pasar unos cuantos días inolvidables, ¿por qué no viajar a Chihuahua? Sigue nuestras recomendaciones para descubrir las actividades que el estado tiene por ofrecer.
Batopilas
Conéctate con tu alma gemela en Batopilas, un antiguo pueblo minero que se fundó en 1704 gracias a un importante yacimiento de minerales. A Batopilas llegaron buscadores de sueños desde Estados Unidos, España, Italia, Francia e Inglaterra.
La abundante plata que brotaba de sus entrañas permitió que muchos sueños se hicieran realidad: a finales de 1880 llegó Alexander Shepherd y con él la electricidad que permitió beneficiar una mayor cantidad de minerales. Las familias enteras se establecieron en la bonanza. Hoy en las calles y en las plazas se cuentan las historias de aquellos que lograron materializar sus sueños.
Con el reconocimiento de Pueblo Mágico, Batopilas recibe a un mayor número de visitantes que buscan escuchar, en el bello entorno de clima subtropical, historias increíbles que están relacionadas con la tenacidad, el honor y el trabajo duro de sus habitantes y sus antepasados.
Las antiguas casonas fueron transformadas en elegantes y cómodos hoteles boutique donde la constante es el confort, ideales para una romántica escapada.
¿Cómo llegar a Batopilas?
Desde Chihuahua Capital se hacen 7 horas de camino por carretera. O bien, toma el Chepe hasta Creel y maneja por 3 horas hacia el fondo de la Barranca de Batopilas. Apreciarás en el camino un descenso de 1500 metros hasta encontrarte en un entorno semitropical.
Casas Grandes - Paquimé-Mata Ortiz
Un Pueblo Mágico donde en su centro destaca la antigua ciudad de Paquimé, reconocida por UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La visita a la zona arqueológica se complementa con el aprendizaje que se obtienen en el Museo de las Culturas del Norte. Ahí la fascinación será mayúscula porque se explica a detalle el alto grado de confort del que disfrutaban los habitantes de Paquimé, quienes en el siglo XIV abandonaron la ciudad. Doscientos años después, sorprendieron a los primeros exploradores españoles que, al arribar a la zona, escribieron en sus crónicas que parecía una ciudad que había sido urbanizada por romanos.
Aprender juntos para posteriormente compartir historias de los viajes realizados es hacer historia. El pueblo cuenta con hoteles encantadores donde sobresale el servicio amable de los locales. En lo referente a restaurantes, destaca la cocina tradicional del desierto fusionada con las nuevas propuestas de los chefs. Déjate conquistar por esta zona donde por siglos se ha producido uno de los sotoles más apreciados, y más recientemente se inició con la vinicultura que ha destacado a nivel internacional en las últimas décadas.
Muy cerca de Casas Grandes, puedes obtener otra experiencia de vida visitando las galerías de los alumnos ceramistas del gran maestro Juan Quezada Celado, quien dedicó su vida al noble arte de la alfarería y de compartir con todo el que quisiera aprender de él y su arte. Hoy en Mata Ortiz, han destacado cientos de alfareros quienes sorprenden con sus creaciones a coleccionistas internacionales. No dudes en extender tu experiencia visitando este centro artesanal único en el norte de México.
Creel
Por su situación geográfica privilegiada, justo en medio de asombrosas bellezas naturales, este Pueblo Mágico es una de las mejores opciones para celebrar el mes del amor y la amistad.
Desde Creel te puedes desplazar hacia el noroeste para visitar el Parque Nacional Cascada de Basaseachi; o bien pasear por los ejidos Arareko o Cusárare, pertenecientes a la nación Ralámuli, donde abundan las formaciones rocosas de caprichosas formas, cascadas y manantiales de aguas termales serán el marco perfecto para ayudarte a volver a conectarte con tu esencia.
Los amaneceres y atardeceres y el juego de luces en las fabulosas Barrancas del Cobre, agregarán a la ya de por sí fabulosa belleza del entorno y de su gente. Esta zona habitada desde tiempos inmemoriales por la nación ralámuli, ha servido de punto de encuentro entre varias culturas donde la magia de la madre naturaleza nos sensibiliza al máximo.
En este Pueblo Mágico los hoteles y restaurantes ofrecen paquetes especiales durante todo el año, especialmente en las fechas que mundialmente nos recuerdan que el crear historia junto a nuestros seres queridos nos enriquece más que nada. Creel cuenta con hoteles, hostales, cabañas para familias numerosas y servicios especializados de guías que le ofrecerán experiencias fabulosas en tours por los alrededores.
No hay que olvidar que Estación Divisadero, la estación más famosa del Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, cuenta con hoteles que ofrecen habitaciones con vista a la inmensidad de las barrancas y hoteles costruidos a la orilla de la Barranca del Cobre que tiene abismos de más de 1500 metros de profundidad. Además, en uno de sus miradores, se ancló el espectacular Parque de Aventura Barrancas que ofrece diversión para toda la familia con uno de los teleféricos más largos del mundo sin torres intermedias, tirolesas que cubren en 7 saltos 5 kilómetros y con una vía ferrata que permite escalar en roca, hacer rapel y hasta un salto de tarzán.
Para cerrar con broche de oro, se ofrece el ziprider más largo de un parque de diversiones en el planeta, que te permitirá junto con tu pareja saltar al vacío para obtener una de las experiencias más extremas que el ser humano haya deseado, el poder sentir la sensación de volar, ya que, en menos de 1 minuto, se estarán alcanzando velocidades de más de cien kilómetros por hora, en un abismo de aproximadamente 400 metros de profundidad, volarás más alto que el edificio Empire State que tiene solo 381 metros de altura.
Guachochi
Esta pequeña población serrana, reconocida como Pueblo Mágico, encierra una infinidad de oportunidades de diversión por su asombrosa belleza paisajística. La vida se da plena en sus abundantes manantiales que forman lagos y cascadas.
Los ralámulis fueron la tarea de evangelización de la orden de los Jesuitas, que hasta la fecha continúan con su labor evangelizadora y pacifista. Los Ralámuli siguen insistiendo en mantener sus creencias ancestrales, y lograron fusionar sus creencias con el catecismo católico. En las celebraciones de Semana Santa se aprecia dicho sincretismo. Danzan con sus atuendos tradicionales, en los atrios de las antiguas misiones, y en Norogachi de Guachochi, es donde las fiestas de la Semana Santa reciben más danzantes.
En Guachochi a solo 18 kms al sur del Pueblo Mágico está también la Santa Sinforosa, la segunda barranca más profunda del sistema de Barrancas del Cobre. Es en estos abismos y en la planicie del pueblo donde, año con año, se lleva a cabo el Ultra Maratón de los Cañones. Aquí los los “nacidos para correr” se miden con los visitantes que reciben por motivo de la convivencia deportiva que está por cumplir 30 años.
También los caminos vecinales de Guachochi se han convertido en favoritos de los amantes de los vehículos todo terreno, la mayoría de los pilotos acompañados de sus parejas y amigos, surcan los caminos vecinales en la eterna búsqueda de la diversión extrema. Las convivencias con motivo de estos recorridos se dan durante todo el año en calendarios establecidos, ya que ha crecido bastante este deporte que requiere de destreza y reflejos propios de la juventud.
Hidalgo del Parral
Las grandes riquezas obtenidas del subsuelo se muestran en sus hermosas mansiones, iglesias, templos, y plazas. Los golpes de fortuna se sucedieron por siglos. La mina “La Negrita” produjo plata por más de 300 años. Su título de Capital del Mundo de la Plata otorgado por el Rey Felipe IV de España no fue casualidad. También fue Capital de la Nueva Vizcaya. Es una zona de monumentos protegida y sus habitantes resguardan celosamente sus historias, leyendas, tradiciones y el encanto de un pueblo minero.
Para celebrar el mes de febrero en este hermoso Pueblo Mágico, le recomendamos adentrarse en una real historia del amor. En 1898, Don Pedro Alvarado mandó construir a su esposa la señora Virginia Griensen una residencia al estilo de un palacete europeo. Don Pedro era el dueño de “La Palmilla”, mina que producía oro y plata. Desafortunadamente, la señora Virginia falleció en 1905 un año antes de que se terminara de amueblar y decorar su residencia. Don Pedro permaneció viudo hasta su muerte, que sucedió en 1937. Este emblemático edificio fue convertido en el Museo Centro y Cultural Palacio Alvarado, y es denominado popularmente como el Palacio del amor por la historia que Don Pedro le guardó a su finada esposa, hasta su último aliento.
Es muy recomendable tomar un paseo guiado a bordo del simpático camión denominado TranVilla. Con gran sentido del humor, el guía le dará datos históricos y anécdotas de leyendas locales, además de pasearlos por los sitios más sobresalientes de Hidalgo del Parral, llevándole inclusive hasta el cerro donde está la monumental estatua de San José, Patrono del Pueblo. Desde ahí podrá incursionar en una de las galerías de la mina La Negrita o la Prieta, razón de la fundación de este pueblo minero.
Anualmente, alrededor del aniversario luctuoso del General Francisco Villa, se celebran las Jornadas Villistas. El General fue emboscado en este pueblo el 20 de julio de 1923. Y se le honra su memoria con presentaciones culturales que involucran conciertos de música, teatro, literatura, exposiciones y el arribo de la Gran Cabalgata Villista. Parral ofrece, durante todo el año, opciones de recreación por lo que visitarlo en cualquier época le permitirá disfrutar uno de los pueblos más antiguos del estado de Chihuahua.
