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La imposición de Estados Unidos de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas implicará un choque económico de entre 1.5 y 2 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) que nos llevaría a una recesión y todos vamos a perder, advirtió el ex subgobernador del Banco de México (Banxico), Gerardo Esquivel Hernández.
“Todos vamos a perder por la derrama de un efecto negativo con una actividad económica en la que pudiera caer el producto; podría llevarnos a una recesión. Será un año difícil”, dijo en entrevista en Radio Fórmula con Joaquín López Dóriga.
El impacto inicial, señaló, será para los que están relacionados con las exportaciones: los que se desempeñan en la industria manufacturera y la agroindustria.
“Pueden sufrir porque puede haber una menor demanda de esos productos y aumento de precios, bajar el empleo, puede generar menor actividad económica y menos derrama en todas esas zonas fronterizas e industriales vinculadas con las cadenas de valor”, ponderó.
En su opinión, el mayor impacto será después de tres meses, pero si son de corto plazo, no tanto.
Refirió que hay estimaciones muy serias que calculan que el choque será de entre 1.5 y 2 puntos del PIB que nos puede llevar a un terreno negativo para 2025.
"Esa sería una situación de recesión, de contracción económica", alertó.
Tipo de cambio se podría disparar arriba de 22
Sobre el tipo de cambio, Esquivel estableció que de seguir la medida, podría subir a 22 o 22.50 pesos por dólar, pero servirá de amortiguador para que se absorba el choque doméstico y no sea tan grande.
“No es un escenario positivo para México, pero tampoco es una catástrofe”, manifestó al descartar una crisis como sucedió en el pasado.
Simplemente significará un choque negativo en el que a la economía le tomará tiempo ajustarse y eventualmente se retomará el crecimiento, consideró el economista.
"Eso dependerá de la duración de los aranceles", aseguró.
Afirmó que es una medida que no tiene sentido económico que quizá para el presidente Trump sea un tema político al cumplir con su electorado.
El ex subgobernador reiteró que el costo para EU será muy alto por el lado de los consumidores y productores que interactúan mucho con México como la industria automotriz que tiene mucha relación con autopartes.
“Todos vamos a sufrir, nadie va a ganar, todos vamos a perder derivado de una decisión de esa naturaleza. Es una disrupción enorme del acuerdo comercial y para la región de Norteamérica”, expresó.
Significa un quiebre del acuerdo comercial libre de gravámenes que ya se había firmado con Trump en su anterior periodo como presidente, indicó.
Es la ruptura de un compromiso que ya habíamos establecido y que tendrá repercusiones en muchos sentidos, manifestó por lo que estimó que no será una guerra comercial de larga duración.
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