A un año del inició del gobierno de Andrés Manuel López Obrador uno de sus principales pendientes es el estancamiento de la economía, sobre todo por la falta de inversión, tanto pública como privada, advierten especialistas.
En el segundo caso, la confrontación con el sector privado por la incertidumbre sobre las políticas de la nueva gestión hizo que predominara la cautela entre los empresarios.
“Cada sexenio hay una desaceleración de la economía dada la incertidumbre de hacia dónde va a ir la política económica del país, es algo cíclico. Sin embargo, ahora no sólo fue mucho más profunda, sino más prolongada, lo que amplificó la incertidumbre de los distintos agentes económicos del país”, dijo Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública.
Además, desde antes de tomar protesta hubo una serie de decisiones previas que involucraron compromisos con la inversión privada, relacionados con la revisión de contratos en el sector energético o la cancelación del aeropuerto en Texcoco, lo que generó más incertidumbre, opinó Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.
En opinión de Aníbal Gutiérrez, el gasto del gobierno vinculado a una política de austeridad y lucha contra la corrupción modificó las reglas del juego en áreas importantes como energía, en la que había un esquema de participación y contratos firmados, lo que frenó la inversión.
Pese a ello, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, dijo que “esta administración ha hecho muchos cambios relevantes y difíciles, como la reducción del gasto público, el combate a la corrupción, así como el confrontar los problemas de seguridad y replantearse cómo quieren manejar el resto de su sexenio, lo que ha tomado tiempo y ha sido complejo”.
Según Aníbal Gutiérrez, el gobierno ha respetado las reglas del equilibrio macroeconómico para evitar un problema mayor que complique la ya de por sí difícil situación del país. Eduardo Osuna, director general de BBVA México, destacó que “hay cosas positivas, la disciplina fiscal, y no solamente para este año, también para el año que entra”.
Los especialistas confían en que el gobierno mejore su relación con el sector empresarial.