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En Chihuahua, conocido como el Estado Grande de México, han ocurrido eventos extraordinarios a lo largo de su historia. En épocas remotas, el extenso territorio que hoy ocupa el estado estuvo sumergido bajo el mar de Tetis. Al retirarse las aguas, se transformó en el mayor desierto de Norteamérica, conocido actualmente como el Desierto Chihuahuense. Los fósiles marinos conservados en sus arenas son testigos únicos de aquella era en que los continentes comenzaban a formarse. Estas piezas excepcionales se exhiben en el Museo del Mamut, ubicado en Chihuahua Capital, así como en los Museos del Desierto y de Paleontología en Ciudad Delicias.
Durante la era mesozoica, específicamente en el Jurásico, los dinosaurios dominaron el territorio que hoy conforma Chihuahua. Sus restos fosilizados también forman parte del patrimonio histórico y científico del estado. Estos fascinantes vestigios pueden admirarse en los museos del Desierto y de Paleontología de Ciudad Delicias, una ciudad situada a 87 kilómetros al sur de Chihuahua Capital. En estos espléndidos recintos, los visitantes tienen la oportunidad de aprender sobre estos imponentes vertebrados, que se extinguieron hace aproximadamente 65 millones de años.
Es ideal complementar este viaje al pasado remoto de nuestra tierra con una experiencia gastronómica inolvidable. Delicias se distingue por su excelente oferta culinaria, con restaurantes de gran calidad que satisfacen a los paladares más exigentes. Además, la ciudad cuenta con viñedos donde, previa cita, se pueden disfrutar degustaciones y catas de vinos que han sido reconocidos con premios internacionales.
En la región más al norte del estado de Chihuahua, en la zona de transición entre los valles de Casas Grandes y la Sierra Madre, floreció una antigua cultura cerca del río Piedras Verdes. Los antecesores de Paquimé construyeron casas de tierra en abrigos rocosos, siendo el sitio más destacado la Cueva de la Olla. Según investigaciones del INAH, este impresionante granero data del año 5,500 a.C., convirtiéndolo en el sitio arqueológico más antiguo de México.
La ciudad de Paquimé, que tuvo su origen alrededor del año 700 d.C. con viviendas semisubterráneas, alcanzó su máximo esplendor antes de ser abandonada aproximadamente en el año 1450 d.C. Este fascinante legado cultural nos permite entender la riqueza histórica y arquitectónica de los pueblos que habitaron esta región.
La Sierra Madre Occidental o Sierra Tarahumara
En el oeste del estado de Chihuahua, hace 60 millones de años, seis ríos y un intenso vulcanismo dieron origen a la Sierra Madre Occidental. Hoy en día, esta región es conocida como las Desierto Chihuahuense, un extenso sistema que abarca 60 mil kilómetros cuadrados y está conformado por 11 impresionantes barrancas, con profundidades que superan los 1,500 metros. Entre ellas, la más profunda es la Barranca de Urique, que alcanza los 1,860 metros de abismo.
Este magnífico escenario natural alberga, además, las cascadas más altas de México de una sola caída, ubicadas en la Barranca de Candameña, dentro del Parque Nacional Basaseachi. Este paraíso natural es ideal para los amantes del campismo y el senderismo. Una de las experiencias más emocionantes es la vereda que desciende hasta el pie de la cascada, la cual tiene una altura de 256 metros. Aunque la ruta requiere cierto esfuerzo físico, es posible completar el descenso y el ascenso en unas cuatro horas.
Basaseachi cuenta con una variedad de opciones de hospedaje, además de áreas para acampar, lo que lo convierte en un destino perfecto para disfrutar de la naturaleza. La propuesta gastronómica local destaca por la riqueza de la cocina chihuahuense, incluyendo quesos rancheros, carne seca, tacos de carne de res y pollo, y los famosos burritos rellenos de todo tipo de guisos deliciosos. En la cocina serrana, sobresalen los caldillos de carne seca con papas y chile, un auténtico manjar que refleja la esencia de la región.
Chihuahua cuenta con 5 Pueblos Mágicos
Casas Grandes
Se encuentra en el extremo noroeste de Chihuahua y es hogar de Paquimé, una antigua ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En esta región, los visitantes pueden disfrutar de hoteles boutique y restaurantes de excelente calidad. Además, es posible reservar visitas a viñedos locales para degustar y maridar sus etiquetas premiadas. A tan solo media hora de Casas Grandes se encuentra el pueblo de alfareros Mata Ortiz, conocido por su extraordinaria tradición artesanal. Aquí vivió don Juan Quezada Celado, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes, quien fundó la nueva escuela de alfareros que continúa maravillando al mundo con sus creaciones únicas.
Creel
Ubicado en el corazón de la Sierra Tarahumara, está rodeado de impresionantes lagos, cascadas y valles con formaciones rocosas de formas singulares. A solo 45 minutos de Creel se encuentra El Divisadero, donde se ubica el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, un destino de clase mundial con emocionantes atracciones para toda la familia.
Guachochi
Por su parte, es el hogar de la majestuosa Barranca de la Sinforosa, conocida como la “Reina de las Barrancas”, con una impresionante profundidad de 1,830 metros. Entre los imprescindibles de la zona están las cumbres de Guérachi, el rancho Kokoyome y el Parque Central, que destaca por su hermoso lago y una isla adornada con monumentales esculturas de dos garzas. En lengua local, Guachochi significa “lugar de garzas”, reflejando la riqueza cultural y natural de este destino.
Batopilas
Un encantador pueblo de origen minero fundado en 1704, se encuentra en lo más profundo de la barranca que lleva su nombre, a solo 500 metros sobre el nivel del mar. Su clima subtropical lo convierte en un destino placentero, incluso en invierno, cuando el paisaje de la Sierra Tarahumara, con altitudes promedio de 2,300 msnm, suele cubrirse de nieve. Estas maravillas naturales se encuentran a tan solo 150 kilómetros de distancia, ofreciendo un contraste impresionante que pocos lugares pueden igualar.
Si decides abordar el Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, conocido como El Chepe, podrás vivir un recorrido único que conecta el Mar de Cortés con las Barrancas del Cobre y el Desierto Chihuahuense. Al partir de Los Mochis, experimentarás un clima cálido que poco a poco se transforma mientras el tren asciende a más de 2,200 msnm. En invierno, este trayecto ofrece el espectáculo de nevadas copiosas y, más adelante, el clima subtropical que reina en el fondo de las Barrancas del Cobre.
Otro destino que guarda los tesoros del pasado es Hidalgo del Parral, el último de los Pueblos Mágicos de Chihuahua. Fundado en el siglo XVII, este pueblo minero fue reconocido por Felipe IV de España como la “Capital del Mundo de la Plata”, gracias a las productivas minas de La Negrita en la Nueva Vizcaya. Su riqueza histórica se refleja en las majestuosas construcciones civiles y religiosas que hoy forman parte de su zona de monumentos protegidos.
Hidalgo del Parral combina historia y encanto. Puedes recorrer sus iglesias y museos a bordo del simpático TranVilla, un vehículo en honor al General Francisco Villa, quien encontró su destino final aquí en 1923. Cada año, alrededor del 20 de julio, el pueblo se viste de fiesta para celebrar las Jornadas Villistas, con conciertos multitudinarios, presentaciones de libros, teatro, y cabalgatas que reúnen a miles de jinetes.
Además de su riqueza cultural e histórica, Chihuahua también deleita al paladar. Aquí podrás disfrutar de cortes de su exquisita carne de res, quesos artesanales, y productos como manzanas y nueces, que son orgullo del estado. Un asador encendido con carbón de mezquite se convierte en el centro de una experiencia gastronómica que reúne a familiares y amigos en torno a una explosión de aromas y sabores únicos.
Atrévete a explorar esta tierra de contrastes, donde la naturaleza, la historia, la geología y las culturas nativas se entrelazan para ofrecerte una experiencia inolvidable. Planea tus vacaciones con tu agente de viajes favorito y vive momentos que quedarán grabados como experiencias de vida.
