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La cancelación del aeropuerto de Texcoco, la eliminación de los subsidios a la vivienda, una menor inversión en carreteras, la suspensión parcial de proyectos de construcción en la capital y la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en 2019 ocasionaron una caída de 10% en la venta de cemento, muestra un reporte de Standard & Poor’s.
La calificadora espera que en 2020 la comercialización de ese material se mantenga en el mismo nivel que el año pasado, o que incluso caiga más.
“Este sería el desempeño más débil del sector durante dos años consecutivos en la última década”, indica el documento.
La industria cementera en México es la segunda más grande en Latinoamérica, con una capacidad instalada de 64 millones de toneladas. Sin embargo, en 2019 se fabricaron poco menos de 40 millones.
S&P considera que el repunte de las ventas dependerá de que el gobierno recupere la confianza de inversionistas, impulse el consumo, así como una política decisiva en la construcción de vivienda e implemente el Plan Nacional de Infraestructura.
“Nuestro escenario base en ventas para 2020 se mantiene estancado o con un incremento de menos de 5%, debido al débil crecimiento de la economía y a la permanencia de la incertidumbre política”, señala S&P.
Las cementeras enfrentarán retos en sus márgenes de operación, pues los costos de transporte y energía van al alza, lo que afecta su rentabilidad. Se espera que apliquen iniciativas de reducción de costos como el uso de combustibles alternos, así como la optimización de su cadena de logística y producción, consideró la calificadora.
Cemex, cuyo flujo operativo depende 40% del mercado mexicano, registró una caída de doble dígito en ventas en 2019, por lo que S&P anticipa que aplicará disciplina financiera, protegerá su liquidez y fortalecerá su capacidad crediticia.
Para Grupo Cementos de Chihuahua el panorama es un poco más alentador, pues 75% de sus ventas se realiza en Estados Unidos; sin embargo, también tendrá que ser cuidadosa en el mercado mexicano.
S&P agrega que el Plan Nacional de Infraestructura 2019-2024 incluye proyectos que redefinirán la participación del sector empresarial en refinación, gas natural, puertos, aeropuertos y telecomunicaciones. Este año, la inversión puede llegar a 160 mil millones de pesos en asociaciones público-privadas.