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De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el sumar a más mujeres a la economía podría aumentar el PIB de México en 6.9 billones de pesos durante la próxima década.
En el informe “Más mujeres, mayor crecimiento. Impacto económico a nivel nacional y estatal” realizado por el Centro de Investigación en política pública, menciona que México tardaría 56 años en alcanzar la participación económica que tienen hoy los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, el PIB de los estados podría ser, en promedio, 8.4% mayor en 2035 si aumentan la participación de las mujeres para alcanzar el promedio de la OCDE, es decir, tendría que incorporar a 18.6 millones de mujeres.
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¿Cómo podría beneficiar la participación de las mujeres?
En el informe, revela que entre 2014 y 2024, la participación económica de las mujeres en México creció a un ritmo más lento que el promedio de los países de la OCDE, es decir, que la participación aumentó de 43% a 46%, según el INEGI.
Lo que impulsó un crecimiento anual del PIB per cápita de 0.37 puntos porcentuales (p.p.) entre 2000 y 2022. Esto representa una oportunidad para la economía nacional, para millones de empresas y puede beneficiar a las mujeres y sus hogares.
Por lo que el IMCO estima que entre 2025 y 2035 podrían sumarse 6.9 billones de pesos adicionales al PIB si se logra el escenario meta. Es decir, si el país opta por acelerar la inclusión de más mujeres, en 2035 el PIB podría ser 3.7% mayor en comparación con el escenario base.
¿Qué propone el IMCO para aumentar la participación económica de las mujeres?
Impulsar mayores y mejores políticas de cuidados desde los sectores público y privado, por lo que deberán garantizar los servicios y derechos a todas las trabajadoras, incluyendo aquellas que se emplean en la informalidad.
Que las empresas implementen e institucionalicen lineamientos claros para el desarrollo de estrategias de flexibilidad laboral y políticas de cuidados, así como estancias de cuidado infantil en los centros de trabajo.
Por lo que para alcanzar una participación económica de 67% entre las mujeres implica distintos niveles de esfuerzo para las entidades del país. Es decir, que en algunos estados se deberá aumentar su población de mujeres económicamente activas en más del doble.
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