Pese a que el Banco de México (Banxico) ha recortado su tasa de interés de manera consecutiva este año, es el tercer país de la región con el nivel más alto para fijar el costo del dinero prestado.
Desde julio de 2024, cuando la tasa de referencia se ubicaba en 10.75%, inició el ciclo de bajas con cuatro reducciones de 25 puntos base y 2025 con una dosis mayor, de medio punto, en igual número de ocasiones, la última el pasado 26 de junio, para quedar en 8%.
Analistas financieros destacaron que el nivel de la tasa de Banxico afecta a los créditos, pues ese es el mecanismo de transmisión.

Lo anterior se da en momentos en que los acreditados con ingresos más bajos incrementaron el uso de tarjetas de crédito en medio de una economía débil, según el Reporte de Estabilidad Financiera de Banxico, en el cual señala que la probabilidad de incumplimiento de los créditos personales y de nómina repuntó en 2025.
Sin embargo, el costo del dinero en varios tipos de créditos está arriba de la tasa de política monetaria.
Por ejemplo, datos del instituto central muestran que, en mayo pasado, entre los créditos a los hogares, el hipotecario estándar tuvo un costo anual total (CAT) promedio de 14.12%. El nivel mínimo fue de 11.20% y el máximo de 28.18%, ya que incluye comisiones, bonificaciones, seguros obligatorios y gastos por otros servicios financi eros que cobran los bancos, sofoles y sofomes reguladas.
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“La tasa [de Banxico] aún es ligeramente restrictiva, por lo que podríamos ver movimientos de disminución en posteriores reuniones, aunque a un menor ritmo”, dijo a EL UNIVERSAL el vicepresidente de Inversiones en Skandia, Jaime Álvarez.
Por su parte, el estratega senior para América Latina en XP Investments, Marco Oviedo, advirtió en entrevista que Banxico todavía tiene que enfrentar retos porque la inflación subyacente, que no incluye los precios de la energía ni de alimentos frescos, se mantiene elevada y se niega a retroceder.
Quizás, con ello, valoró, la Junta de Gobierno de Banxico decida recortar menos o hacer una pausa.
Eso podría suceder si la inflación de servicios y la subyacente en general no mejora, alertó.
En la más reciente encuesta de Banxico aplicada a 42 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, el consenso ya no siguió bajando su expectativa para la tasa de fondeo interbancario para el cierre del año, al dejarla en 7.50%.
Las más elevadas
Oviedo señaló que México está entre los países de la región con las tasas más altas.
Actualmente Brasil es el primer lugar, con 15%, y al mismo tiempo enfrenta una inflación de 5.3% y otros problemas fiscales, precisó.
Álvarez añadió que después está Colombia, que es un caso intermedio pero tenso, con un Banco de la República que optó por mantener su tasa en 9.25%, argumentando riesgos fiscales, presiones cambiarias y una inflación persistente.
Precisó que en Colombia la decisión dividida del banco refleja el complejo entorno local, donde la política fiscal expansiva limita el margen para una relajación monetaria. En tanto, Chile y Perú consolidaron su ciclo de relajamiento; el primero mantuvo su tasa en 5%, tras varios recortes consecutivos, al tiempo que monitorea de cerca la convergencia de la inflación a su meta de 3%, destacó.
En Perú el nivel de la tasa es de 4.50%, en línea con una inflación que ha retrocedido a niveles manejables y con una economía que avanza lentamente.
Así, Álvarez señaló en entrevista que la heterogeneidad de las tasas en la región, que van de 4.50% a 15%, responde a factores estructurales, como la calidad de la política fiscal, la credibilidad de los bancos centrales y la composición de los choques inflacionarios.
En un contexto de desaceleración global y señales mixtas de inflación, los bancos centrales de América Latina están adoptando trayectorias divergentes en materia de política monetaria, matizó.
Durante junio de 2025, las decisiones de México, Brasil, Chile, Perú y Colombia reflejaron no sólo la diversidad de sus realidades macroeconómicas, sino también sus distintas prioridades y grados de autonomía institucional, mencionó.
Los riesgos
Para Oviedo, el principal riesgo para la inflación por el momento es el precio de las materias primas, en particular el petróleo y alimentos.
“Ya hemos visto que esto fue particularmente traumático durante el inicio de la guerra Rusia-Ucrania. Con los conflictos geopolíticos latentes, el precio del petróleo puede dispararse y generar presiones inflacionarias globales, que luego también se reflejan en otros precios”, observó.
Pero, desde su punto de vista, parece que está contenido.
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Otro riesgo está relacionado con la política comercial de Estados Unidos, que está aplicando aranceles y puede contaminar los precios en otros países.
“México está expuesto, pero parece que este riesgo puede estar contenido por el momento”, estimó el analista.