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cartera@eluniversal.com.mx
La debilidad más profunda del consumo y la inversión, una menor plataforma petrolera y el ajuste a la baja en la producción industrial en Estados Unidos, fueron motivos para que el Banco de México (Banxico) recortara por quinta ocasión al hilo las perspectivas de crecimiento económico de este año.
Al presentar el Informe Trimestral, el banco central redujo el rango anterior, 0.8% a 1.8%, por uno más conservador, que ahora va de 0.2% a 0.7%. Este nuevo pronóstico queda lejos de lo que se llegó a anticipar en 2017, cuando el intervalo llegó a oscilar de 2.2% a 3.2%.
La actualización del dato queda por debajo de la tasa de 1.1% que prevé la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La Junta de Gobierno del instituto también revisó la estimación
de 2020, la cual pasó de 1.7% a 2.7%, por una ligeramente más moderada de 1.5% a 2.5%.
Sin embargo, el Banxico consideró que los factores que provocaron que revisara sus pronósticos en materia de crecimiento pueden ser parcialmente contrarrestados en el corto plazo por las acciones anunciadas por la Secretaría de Hacienda para normalizar el gasto público.
Así, estimó que para los siguientes trimestres puede observarse una recuperación en el ritmo de crecimiento de la economía, aunque advirtió que será gradual.
El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, explicó que se anticipa una recuperación económica pequeña y moderada como escenario principal con base en la información disponible.
Como consecuencia del menor crecimiento, el Banxico actualizó sus previsiones para la generación de empleos; para 2019 se corrigió de un intervalo de entre 530 mil y 630 mil puestos registrados ante el IMSS a uno de 450 mil y 550 mil.
Incertidumbre interna. Díaz de León mencionó que entre los riesgos para el crecimiento económico de México está que persista el ambiente de incertidumbre interna, el cual ha afectado a la inversión, que ocasione que se difieran proyectos de capital o que los consumidores reduzcan su gasto.
También un deterioro adicional en la calificación soberana o la de Petróleos Mexicanos, porque puede afectar el acceso a los mercados.
En la parte externa, explicó que se puede presentar una desaceleración mayor a la esperada de la actividad y el comercio globales, una vez que expiren los estímulos fiscales vigentes en algunas de las principales economías, principalmente la de Estados Unidos, o derivado de un menor ritmo de expansión en la producción industrial en ese país.
Crecimiento sí importa. Respecto a la perspectiva planteada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que si bien hay un menor crecimiento, pero con una mejor distribución, el subgobernador del Banxico, Gerardo Esquivel, no compartió esa visión.
Estableció que así como puede haber crecimiento sin desarrollo, “no creo que sin crecimiento se logre un desarrollo”; lo ideal es que los beneficios del mismo se distribuyan.
“Es parte de mi postura pública. Mi preocupación sobre el tipo de crecimiento que teníamos es que no fuera suficientemente incluyente, eso significa que puede haber crecimiento sin una menor distribución; sin embargo, dicho eso, es importante diferenciar, es importante que haya crecimiento”, ponderó.
En el tema de la inflación, el banco central mexicano mejoró sus
expectativas al prever que llegará antes de lo esperado a niveles cercanos a 3% a partir del segundo trimestre de 2020.
El gobernador del Banxico expresó que más que replantear la meta inflacionaria o abandonar los intervalos de variabilidad, el reto es consolidarla hacia ese objetivo.