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El Banco Central de Brasil redujo este miércoles en 0.25 puntos porcentuales la tasa de intereses del país, hasta el 10.5% anual, con lo que desaceleró el ritmo de disminución del costo del dinero, ya que venía promoviendo cortes de medio punto.
La tasa de intereses en Brasil cayó a su menor nivel desde febrero de 2022 tras seis reducciones consecutivas en las tasas.
El organismo atribuyó su decisión "cautelosa" a un "ambiente externo que se muestra más adverso, en función a la incertidumbre elevada y persistente en torno al inicio de la flexibilización de la política monetaria en Estados Unidos y a la velocidad con que se observa la caída de la inflación de forma sustentada en diversos países".
Ante tal ambiente, el Banco Central afirmó que "el escenario sigue exigiendo cautela por parte de los países emergentes", como Brasil.
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Presionado por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asegura que los altos intereses amenazan el crecimiento económico, el Banco Central comenzó los cortes en agosto de 2023, luego que los tipos se mantuvieran en el 13,75 % anual por casi un año.
La inflación en marzo fue del 0.16%, muy inferior a la de febrero de este año (0.83%), mientras que la interanual se ubicó en el 3.93%, su menor nivel en nueve meses.
Los economistas prevén que Brasil terminará el año con una inflación del 3.72%, es decir, dentro de la meta que se impuso el Banco Central para 2024, que permite que el índice llegue a un máximo de 4.50%.
La desaceleración del ritmo de reducción del costo del dinero fue inmediatamente criticada por las patronales, que consideran que los altos intereses ponen en riesgo el crecimiento de la economía brasileña.
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Los economistas prevén que la expansión del producto interno bruto (PIB) de Brasil sufrirá su tercera desaceleración seguida en 2024 y se sitúe en el 2.05%, ocho décimas y media menos que en 2023.
En su comunicado de este miércoles, el Banco Central afirmó que los indicadores de la actividad económica y del mercado de trabajo en Brasil han presentado un mayor dinamismo que el esperado.
Advirtió, no obstante, que aún hay factores de riesgo para la inflación, tanto por las presiones procedentes del exterior como por la resistencia del sector servicios.
Según el organismo, "las coyunturas interna e internacional tienden a mantenerse más inciertas, lo que exige mayor cautela en la conducción de la política monetaria".
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