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Durante años, la automatización de procesos ha sido un pilar clave en la transformación digital de las empresas. La incorporación de nuevas tecnologías permitió automatizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia operativa. Sin embargo, la automatización tradicional ya no es suficiente.
En la primera etapa de automatización de procesos llevó a las tareas dentro de las empresas a un nivel de eficiencia y productividad muy efectivo, logrando avances significativos, pero aún con la necesidad y requerimiento de la parte humana para el seguimiento de tareas sencillas y repetitivas.
Actualmente cerca de 75% de las empresas ha logrado automatizar alguna de sus tareas en alguna de las áreas de sus procesos (McKinsey), pero pocas de ellas han logrado avanzar al siguiente nivel, la implementación de Agentes de Automatización de Procesos (APA por sus siglas en inglés), agentes que utilizan la IA como base. ¿Qué es esto y cómo nos ayuda? Este es un modelo que no sólo ejecuta tareas, sino que también toma decisiones autónomas, aprende en tiempo real y optimiza los procesos de manera proactiva.
Si los procesos de automatización robóticos son un asistente que sigue instrucciones exactas, los Agentes de Automatización de Procesos son un colega proactivo que entiende el entorno, analiza alternativas y elige la mejor acción por sí mismo. En lugar de esperar órdenes, los agentes inteligentes pueden identificar anomalías, corregir errores y mejorar procesos de manera continua al interior de las organizaciones.
Estos nuevos agentes con base en la IA no reemplazan al talento humano, pero sí agilizan los procesos manuales que ralentizan las operaciones al interior de las empresas. Están detrás de varios de los procesos clave, como agentes invisibles, ejecutando tareas por su cuenta y agilizando así tareas en forma automática.
Un ejemplo claro está en la ciberseguridad dentro de una compañía, donde los sistemas tradicionales, entre máquinas y operadores que reaccionan a amenazas cuando ya han ocurrido, mientras que los nuevos agentes (APA) y la IA pueden anticiparse y neutralizarlas antes de que representen un riesgo real para la empresa. En sectores como finanzas, manufactura y retail, los agentes inteligentes pueden optimizar la cadena de suministro, detectar fraudes o mejorar la experiencia del cliente con interacciones personalizadas y automatizadas.
Las tareas en las que estos agentes se han desempeñado con mayor uso son en la compilación de datos, soporte de cumplimiento, verificación de documentos y creación de informes internos con cerca de 63% de uso, mientras que los temas relacionados con creación de contenido o marketing apenas supera 20% y solamente poco más de 16% está destinado a las ventas o atracción de nuevos clientes (World Economic Forum), reflejando el gran potencial que el uso de Agentes de Automatización de Procesos aún tiene por delante.
Sumado a esto, existen los beneficios económicos en las empresas que integran inteligencia artificial en automatización de procesos, ya que estos pueden reducir costos hasta en 30% y aumentar la eficiencia en 50% (McKinsey Global Institute). No es sólo una mejora operativa; es una reconfiguración completa de la manera en que las compañías trabajan y toman decisiones. Este cambio es particularmente relevante para mercados en crecimiento como el de México, donde la transformación digital se ha convertido en una prioridad.
La clave para las empresas es enfocar estas tecnologías en los casos de uso correctos, en donde sean capaces de deconstruir y replantear sus procesos actuales utilizando este tipo de tecnologías. Es decir, hay que aprender a desaprender y reinventar los modelos y procesos con la ayuda de estos agentes; es ahí donde se generará el máximo potencial.
El futuro de la automatización no se trata de programar más reglas, sino de crear sistemas que piensen, adapten y optimicen operaciones con autonomía; es ahí donde la implementación de los Agentes de Automatización de Procesos marcará la diferencia.
Los líderes de las empresas son los que deben iniciar con la adopción de estas tecnologías, comprenderlas y ver sus beneficios y no dejar esto solamente a las áreas de TI, es una implementación que debe ser en conjunto para obtener el mayor rendimiento de estas herramientas.
CEO de KIO