Las empresas mexicanas dependen hoy más que nunca de las importaciones asiáticas, ante su incapacidad de producir con menos contenido de esa región, como pide Estados Unidos, coincidieron representantes de la iniciativa privada consultados por EL UNIVERSAL.
Al respecto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, informó que la actual administración se puso como meta reemplazar las compras de China, Malasia, Vietnam y Taiwán, para fortalecer las cadenas de valor nacionales, sobre todo de los sectores que más importan, como el automotriz, electrónico, aeroespacial, semiconductores, dispositivos médicos, así como en generación y acumulación de energía.
Entre enero y agosto, el país importó un máximo histórico de 114 mil millones de dólares en mercancías producidas en estos cuatro mercados, lo que significa 14% por arriba del mismo periodo de 2023 y más del doble que hace una década, indican datos del Banco de México (Banxico).
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De este monto, 85 mil millones llegaron de China y 11 mil millones de Taiwán, sede de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), la compañía de semiconductores más valiosa del mundo.
Aunque durante el sexenio pasado se lanzaron tres distintas políticas industriales para sustituir las importaciones, las mercancías hechas en México que se venden en el extranjero tienen un contenido nacional promedio de entre 10% a 25%, dependiendo de los elementos que se consideren como mano de obra e insumos, dio a conocer el director del Comité de Acuerdos, Tratados Internacionales y Estadística del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Israel Morales.
Legisladores de Estados Unidos meten gran presión para que no hagamos equipo con China, incluso piden que México aplique aranceles a los productos chinos que entran a territorio mexicano, como hizo la Casa Blanca, explicó el empresario en entrevista con esta casa editorial.
“Este fenómeno de China nos está empujando y obligando a encontrar los mecanismos para fortalecer las cadenas de suministro y ahí es donde debemos de generar las oportunidades para los pequeños y medianos empresarios de México”, dijo.
“Sin embargo, la sustitución de importaciones no es con decretos arancelarios, sino con la creación del entorno económico a través de infraestructura e inversión. Las obras faraónicas también se valen, pero primero hay que atender la generación de energía, transmisión, distribución y hay que hacer mucho trabajo en obras hídricas para aprovechar el agua que tenemos, así como mejorar infraestructura, puertos, carreteras y ferrovías”, opinó.
El gobierno tiene identificadas a las 50 empresas que más importan insumos asiáticos, entre las que se encuentran GM, MG, Lenovo, Ford, Apple, Intel, DHL y Mabe.
Sin máquinas ni proveedores
El presidente del Index, Humberto Martínez Cantú, dijo que importar menos materia prima, piezas o chips, requiere de proveedores y máquinas para producirlos aquí, los cuales carecemos.
“Para poder tener contenido nacional hay que tener proveedores, pero de un día para otro no se tendrán… El gobierno tiene que ofrecer infraestructura, facilidades fiscales, agilizar permisos, entre otros elementos”, enfatizó el líder de los maquiladores.
“Estados Unidos hoy está sufriendo porque no hay semiconductores y menos en México, los tenemos que traer de Asia y por ello se está promoviendo traer fábricas de semiconductores a América del Norte, lo que llevará tiempo”, hizo ver.
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Asimismo, el vicepresidente de Fomento Industrial del sector Metalmecánico de la Canacintra, Juan Manuel Chaparro Romero, pidió una política “a largo plazo que incluya la digitalización en trámites y documentos oficiales”, así como mejor infraestructura y servicios básicos como energía, agua y también gas natural, además de reducir la incertidumbre jurídica.
Además, desde su punto de vista, enfatizó que es necesario “contar con programas de apoyo y financiamiento hacia el sector empresarial para detonar el desarrollo nacional de nuestro mercado interno y así lograr mayor número de empleos formales bien remunerados”.
En su opinión, esto requiere de inversiones productivas que equivalen a 27% del producto interno bruto (PIB) nacional.
Esto significa más de medio billón de dólares por año tomando en cuenta que la economía nacional estaba valorada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2 billones el año pasado.