El gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan inició operaciones ayer con casi un año de retraso después de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidiera renegociar el contrato con IEnova y TC Energy.
“Con una capacidad de transporte de 2 mil 600 millones de pies cúbicos de gas natural diariamente, el gasoducto Sur de Texas incrementará significativamente el abasto confiable de gas natural más económico a México”, anunciaron las compañías.
El proyecto supuso una inversión aproximada de 2 mil 600 millones de dólares y la creación de 3 mil empleos. El gasoducto, de 772 kilómetros de longitud, corre mar adentro desde la frontera con Estados Unidos, cerca de Brownsville (Texas), hasta Altamira, Tamaulipas, y continúa hacia Tuxpan, Veracruz.
De acuerdo con el consorcio energético, este gasoducto abastecerá de combustible a “varias plantas de generación ubicadas en Altamira, Tuxpan y en la región central de México”.
El inicio de operaciones llega después de que gobierno mexicano renegoció la construcción de siete gasoductos por considerar que los contratos con las energéticas eran “leoninos”.