Los nuevos aranceles del gobierno de Donald Trump a vehículos y autopartes que incumplen las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) implican un mayor papeleo para la revisión de la regla de origen, pues se debe realizar un rastreo de los insumos y componentes esenciales.
Alberto Bustamante, director general de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (Anapsa), explicó que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, por sus siglas en inglés) pide a las armadoras, cada mes, evidencia para comprobar que el vehículo cumple con el contenido regional de Norteamérica.
No piden certificados de origen porque el T-MEC ya no tiene un formato de ese tipo de documento, explicó. En cambio, cada armadora pide a sus proveedores de primer nivel (Tier 1) una declaración de origen que especifique dónde están comprando los insumos y componentes. El proveedor de primer nivel le pide esa declaración de origen a sus proveedores de segundo nivel, y éstos a los de tercer nivel.

“Cada mes, las armadoras están dando estos paquetes de expedientes [al CBP], donde justifican que realmente los materiales, partes y componentes son de la región de Norteamérica. En el caso de las autopartes, es exactamente lo mismo hablando del valor de contenido regional, pero en el caso del valor de contenido laboral es de forma anual”, explicó Bustamante.
La regla de origen del T-MEC para exportar vehículos a Estados Unidos libres de arancel exige que 75% de las partes y componentes de un vehículo sean de Canadá, Estados Unidos o México.
Pero también pide que 40% de las autopartes sean fabricadas por mano de obra pagada a 16 dólares por hora o más.
Lee también EU anuncia "sistema de descuento" a aranceles a vehículos; dependerá de su contenido estadounidense
Como ejemplo, si un cinturón de seguridad está hecho en México, pero es una autoparte que cruza fronteras, el cálculo se realiza por horas. La materia prima se hace en México, luego se envía a Canadá, donde se hace el hilo, la cinta y se tiñe de color; después, los arneses o hebillas plásticas y de acero se producen en Estados Unidos y, finalmente, el origen del retractor y donde se hace el ensamble final del cinturón es en México.
“Digamos que el cinturón se hace en 200 horas. Son 75 horas en Canadá, 75 horas en Estados Unidos, donde se pagan salarios superiores a 16 dólares la hora, y el resto en México. La armadora pide esa declaración por horas al fabricante de cinturones y así a cada uno de los fabricantes de asientos, parachoques, puertas, interiores, de todo. La armadora junta las declaraciones y se las da al CBP”, dijo.
Reto para el CBP
Debido a ello, agregó Bustamante, es tan complejo que, dentro de las nuevas disposiciones como aplicar un arancel de 25% únicamente a los componentes que no provengan de EU, el CBP tenga la capacidad humana y de recursos para procesar tanta documentación.
“No he visto que se le hayan aumentado recursos al CBP. No veo recursos tanto de nuevos agentes para la revisión, como para invertir en computadoras, inteligencia artificial, programas y procesos para que puedan realmente identificar que se cumplen estos procesos”, dijo.
Rogelio González, analista en comercio internacional y director de One Stop Group, una firma de servicios en comercio internacional, aseguró en entrevista que la revisión de la regla de origen por parte del CBP implica mucho papeleo y, en ocasiones, se basa en la “honorabilidad” de las automotrices.
Lee también Prevén concluyan en julio decretos sobre aranceles
“Cuando cambió la regla en 2017 y 2018 fue un signo de interrogación para los funcionarios aduaneros estadounidenses, porque dijeron ‘¿cómo voy a detectar si no cumplen con la regla de origen?”, explicó González.
“Entonces, tienen que confiar en la honorabilidad de las empresas multinacionales, de las marcas norteamericanas y de las no norteamericanas (...) porque es imposible de una inspección física detectar si hay cumplimiento o no de la regla de origen”. En su opinión, no sirve de nada la regla de origen si la administración de Trump modifica las reglas del tratado.
Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), sólo 8.2% de los vehículos ligeros y 20.4% de las autopartes incumplen con las reglas de origen y están sujetos a los nuevos aranceles.