Washington.— Estados Unidos impondrá aranceles de 25% a todos los camiones medianos y pesados importados a partir del 1 de noviembre, anunció ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, una medida que afectaría especialmente a México.
Trump realizó el anuncio en un mensaje en su red social Truth Social, del que no dio más detalles.
La semana pasada, Trump ya amenazó con imponer un arancel de 25% a los camiones pesados, aunque señaló que el gravamen entraría en vigor el 1 de octubre, plazo que no se cumplió.
“Así, nuestros grandes fabricantes de camiones, como Peterbilt, Kenworth, Freightliner, Mack Trucks y otros, serán protegidos”, explicó entonces Trump, quien añadió que la medida era necesaria por “propósitos de seguridad nacional”.
Aunque 99% de la producción de camiones pesados de cuatro de los grandes fabricantes (Daimler Truck North America, International, Paccar y Volvo) se hace en Estados Unidos, gran parte de camiones medios de Ford, General Motors (GM) y Stellantis procede de México.
De enero a julio, Estados Unidos importó 32 mil 410 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales, de los que casi 80% o 25 mil 860 millones de dólares, procedieron de México según datos del Departamento de Comercio del país vecino.
Stellantis añadió que 22% restante, 121 mil 125 vehículos, “fueron importados de Canadá y México, con sólo una pequeña cantidad” procedentes de otros países.
“Es probable que estos vehículos canadienses y mexicanos cumplan el acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), lo que significa que respetan los elevados requisitos de contenido regional, valor laboral, componentes y contenido de acero y aluminio fijados por el acuerdo”, añadió Stellantis.
Por otra parte, Stellantis señaló en mayo al gobierno estadounidense que 88% de camiones pesados y medios registrados en el país habían sido producidos en Estados Unidos.
En documentos remitidos en mayo por Paccar (que fabrica camiones con las marcas Peterbilt y Kenworth), su CEO, Preston Feight, advirtió que los aranceles impuestos por Trump al acero y aluminio estaban causando graves problemas a las empresas estadounidenses.
“Las actuales capas de aranceles sobre los componentes no procedentes del T-MEC instalados en camiones fabricados en Estados Unidos que cumplen con el acuerdo están generando una desventaja de costes significativa para los camiones producidos en el país frente a los camiones comparables ensamblados en México, que pueden incorporar piezas chinas y de otros países, así como acero y aluminio importados, y venderse en Estados Unidos sin aranceles”, argumentó.