Asociaciones de empresarios de Estados Unidos y Canadá advirtieron de los efectos adversos que causarán los aranceles de 25% que impuso el gobierno del estadounidense, Donald Trump, sobre productos mexicanos y canadienses.
Por una parte, la American Chamber Mexico (Amcham) dijo que “los aranceles ponen todo esto en riesgo. Imponerlos a un sistema de coproducción sería contraproducente. Lo hemos visto en la reacción inmediata de los mercados, en la preocupación de los pequeños y medianos productores, y en el aumento previsto de los precios de los automóviles y de la inflación”.
Sobre todo si se considera que los productos que México exporta a Estados Unidos contienen más del doble de valor agregado estadounidense en comparación con las importaciones del resto del mundo.
Advirtió que “los únicos ganadores reales serían nuestros competidores globales, especialmente China”.
Añadió que América del Norte es próspera ”porque invertimos unos en otros, generamos empleos, impulsamos la innovación y garantizamos que nuestras cadenas de suministro sigan siendo competitivas en una economía global en constante cambio.
“Debilitar esta asociación nos afecta a todos, y otorga ventajas estratégicas a competidores que no comparten nuestros valores ni nuestra visión económica”, además de afectar los empleos y empresas estadounidenses.
Añadió que México es el principal comprador de productos estadounidenses, sobre todo hechos por pequeñas y medianas empresas, al comprar 2.2 veces más que China, así como Japón, Corea del Sur, India, Suiza, Países Bajos y Alemania juntos.

"Guerra arancelaria" dañará a trabajadores y familias de América del Norte
Por otra parte, el Business Council of Canada dijo que “nadie ganará en una guerra arancelaria”, al contrario dañará a trabajadores, campesinos y a las familias de toda América del Norte, pero especialmente a los estadounidenses.
Agregó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el mejor tratado del mundo y recordó que lo negoció el mismo Trump quien también lo firmó en su primer período.
“Cualquier tema o irritante que pueda existir puede y debe ser tratado en los términos del acuerdo, el cual incluye cláusulas de revisión diseñadas para ese propósito”, dijo.
Añadió que “durante el último mes, con la amenaza de aranceles que se avecina, los canadienses han respondido con la determinación y la urgencia que requiere este momento. Las personas han cambiado sus hábitos de gasto, las empresas han rediseñado las cadenas de suministro y los líderes políticos han comenzado a abordar las barreras internas de larga data para el crecimiento económico”.
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