Este año, sin los apoyos del gobierno federal, Petróleos Mexicanos (Pemex) se las habría visto negras para cumplir con los compromisos de pago de su pesada deuda.
De acuerdo con el reporte de resultados operativos y financieros de la empresa productiva del Estado al tercer trimestre de este año, la petrolera reconoce que “la principal fuente para el pago de la deuda durante 2021 son los apoyos recibidos por parte del gobierno federal”, a pesar de que ha recurrido y seguirá haciéndolo a una combinación de flujo de efectivo proveniente de sus operaciones, disposiciones de líneas de crédito disponibles y, en su caso, endeudamiento adicional, incluyendo el refinanciamiento para cumplir sus obligaciones de pago.
La petrolera reveló que al cierre del tercer trimestre recibió del gobierno federal 96 mil 720 millones de pesos para la cobertura de amortizaciones.
Señala que 35.9% de la deuda vigente al 30 de septiembre, por 823.4 mil millones de pesos (casi 40.5 mil millones de dólares) tiene vencimiento programado en lo que resta de esta administración, es decir, un promedio de 13.5 mil millones de dólares por año, incluyendo 14.3 mil millones de dólares por pagar en 2021, solventados con transferencias del gobierno federal.
Sin embargo, todo parece indicar que seguirá recurriendo a recursos públicos como fuente de financiamiento para cubrir sus compromisos de deuda.
Al 30 de septiembre, el monto total de la deuda de Pemex, incluyendo intereses devengados, asciende a 2 billones 295 mil millones de pesos o su equivalente a 113 mil millones de dólares, un aumento de 1.6% contra el cierre de diciembre del año pasado.
Según el reporte, “debido a su fuerte carga fiscal, el flujo derivado de las operaciones de la empresa en años recientes no ha sido suficiente para fondear sus gastos de inversión y otros gastos, por lo que su endeudamiento se incrementó y su capital de trabajo disminuyó”.
En materia operativa, Pemex dio a conocer que en el tercer trimestre sus ventas totales aumentaron 60.9% debido a un incremento de 57.8% en las ventas nacionales y 64.5% en las de exportación. Las variables más importantes que explican esta situación son la recuperación de los petroprecios a escala mundial y, en menor medida, los volúmenes vendidos.
Destaca que la producción de crudo y condensados en campos (sin incluir la producción de los socios) promedió en el trimestre un millón 740 mil barriles diarios que, comparada con el volumen del mismo periodo del año pasado, fue un incremento de 82 mil barriles diarios o 4.9%. Lo anterior, por la incorporación de pozos de la estrategia de campos nuevos en las regiones marina suroeste, sur y norte, y mayor actividad en campos como Madrefil, Teotleco, Tupilco y Sini, de la región sur.
La producción de gas natural (sin incluir socios) se incrementó en 7 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) o 0.2% en comparación con el mismo periodo de 2020, pasando de 3 mil 683 a 3 mil 690 MMpcd.
En el trimestre, el proceso de crudo promedió 695 mil barriles diarios, 14.9% más respecto al del mismo periodo de 2020.
Por ello, la producción de petrolíferos en el periodo promedió 702 mil barriles diarios, un alza de 137 mil barriles al día.
Las refinerías de Tula, Salina Cruz y Cadereyta reportaron los mejores resultados con mayor producción de destilados (gasolinas, diesel y turbosina) en 54 mil barriles, 28 mil barriles y 19 mil barriles diarios, cada una.
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