La vulnerabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) persistirá al menos por dos años más y el problema de los apagones va a continuar a pesar de la reforma energética, indicó Federico Muciño, director general de la consultora especializada en la industria Epscon.
“Hay ciertos retos que van a permanecer, por ejemplo, el tema de los apagones, porque la inversión para expansión, principalmente en transmisión y distribución en la nueva ley queda completamente acotada a que sólo el Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), puede hacer dichas obras y se restringe completamente la participación privada”, expuso en entrevista con EL UNIVERSAL.
“El problema de los apagones o la falta de capacidad en momentos críticos es debido a que dependemos hoy enteramente de la capacidad de inversión y la velocidad de ejecución de los proyectos de la CFE. No significa que esté mal o que sea algo negativo, sino que el reto se vuelve más complicado de atender”, agregó.
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Explicó que ya no se va a poder contar con inversión privada para la expansión de las redes de transmisión, que generan el problema cuando la demanda aumenta en épocas de calor, como cuando sucedió en junio de 2023 y mayo de 2024.
En aquel entonces, dadas las altas temperaturas en el país, las personas utilizaron más los ventiladores y los aires acondicionados, lo que elevó la demanda de energía eléctrica más allá de la capacidad de generación, por lo que el gobierno, en aras de evitar un daño mayor en el SEN, realizó cortes programados al servicio.
Hoy la problemática se va a enfrentar solo con la capacidad financiera de la CFE y en ese sentido, cualquier proyecto que se busque detonar para evitar el problema de los apagones se podrá materializar en dos años o más, es decir hasta 2027, de modo que los inconvenientes continuarán, opinó Muciño.
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“Cualquier proyecto que se detone el día de hoy entrará en funciones entre dos y cuatro años por las dificultades que se pueden encontrar, como que los componentes de estos están escasos. Por otro lado, la inversión en el sector por 29 mil millones de dólares hacia 2030 es algo positivo, tenía tiempo que no se invertía un monto así, pero para el tamaño del problema se queda corta”, añadió.
Para la consultora, el SEN tiene que ir creciendo con previsiones a largo plazo, en planes de 30 años en adelante y anticipando el crecimiento económico, el consumo de energía y el tiempo que requieren los proyectos.
Epscon señaló que el panorama del sector no se está modificando en el fondo con la reforma energética, ya que, si bien visualiza certezas para que los privados puedan entrar al sector, también presenta limitantes regulatorios que dificultan su participación.
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“Hay muchas trabas. Luego se reintegra completamente la CFE y se le da mucho poder en temas de decisión, en detrimento de la competencia. Si una empresa quiere invertir ya sabrá que los dados están cargados en favor de la comisión”, añadió Muciño.
Desde su punto de vista, no todo ha resultado mal para los privados con los ajustes constitucionales, dado que para permisos de autoconsumo de hasta 20 megawatts se propone el otorgamiento “expedito” de los mismos, lo cual es positivo después de cerrar casi por completo el otorgamiento de permisos durante el anterior sexenio.