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Hay trabajos tóxicos que es mejor dejar en manos de expertos
Pero no nos referimos a empleos con mal ambiente laboral, sino literalmente al manejo de residuos industriales, que representan un peligro para las maniobras y operaciones de las empresas.
Alliera, el operador logístico (3PL) filial de CEMEX, emerge como una de las mejores opciones en el mercado para la gestión de la transportación de materiales como solventes, lodos de papel y distintos tipos de lamas, entre otros.
Los 15 años de experiencia de la compañía moviendo desechos industriales junto con Pro Ambiente, otra empresa filial de la cementera, respaldan sus operaciones con los más altos estándares de seguridad requeridos.
A través de aliados terceros que cuentan con vehículos de carga apegados a las estrictas normativas que exigen las autoridades, Alliera planea, administra y optimiza la transportación de residuos industriales en distintas ciudades de la República Mexicana, como Ciudad de México, Monterrey, Puebla y localidades del Estado de México.
El conocimiento, talento y capacidad en logística aseguran la calidad y productividad a los clientes, pues Alliera ayuda a gestionar de manera ágil las autorizaciones necesarias por parte del gobierno de cada estado, para realizar actividades de recolección y traslado de desechos peligrosos o de aquellos que requieren un manejo especial.
Además, Alliera asume los riesgos en seguridad y libera a los clientes de tareas que les consumen tiempo, el cual podrían aprovechar en otros rubros, con el principal reto de acelerar los procesos y cumplir las disposiciones oficiales.
La empresa cuenta con más de 150 empleados capacitados para mover más de 2 millones de toneladas de productos anualmente, con una disposición de más de 70 transportistas aliados con alrededor de 2,150 vehículos de traslado, entre los que destacan pipas, carrotanques de trenes, contenedores de residuos, plataformas, cajas secas, góndolas y pisos móviles, entre otros.
Disminuir las cargas administrativas de quienes adquieren sus servicios es una de las principales ventajas de Alliera, con el objetivo de evitar un “tóxico” proceso en sus logísticas.
