La presa La Amistad, que comparten México y Estados Unidos, está en riesgo de colapsar.
Los gobiernos de ambas naciones —en el caso de México, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)— detectaron filtraciones “por debajo del cuerpo de la cortina e inestabilidad de ésta”, lo que representa un riesgo estructural de la infraestructura hidráulica.
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Una evaluación de las condiciones en que opera hoy la presa, elaborada por la subgerencia de Asuntos Binacionales del Agua de la Conagua y a la cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, urge a realizar acciones de mantenimiento “porque está en riesgo su estabilidad y esto puede conllevar un conflicto binacional, ya que conforme a lo acordado en el acta 235 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA), los trabajos de conservación de esta obra hidráulica para lograr su adecuada operación, mantenimiento y costos inherentes de cada elemento son responsabilidad de ambos países”.
Conagua detalla que las acciones que se han llevado a cabo a la fecha para mitigar el riesgo en que se encuentra la cortina, pero que “no forman parte de la solución”, son: tratamiento de sumideros, reinyección de la cortina en el tramo 6+850 al 7+450, colocación de enrocamiento en el talud de aguas arriba, instalación de instrumentación en la corona, talud y aguas arriba de la cortina y aguas abajo.
Además, almacenamiento de material granular, roca y rezaga próximo a la cortina, restricción del nivel del embalse, en control de avenidas no se permite almacenar agua por arriba del nivel de conservación, recorridos por el vaso y zona de sumideros, así como la adquisición de equipo y maquinaria pesada.
El proyecto requiere de una inversión de 2 mil 356 millones de pesos para realizar trabajos de reforzamiento de la cortina de material graduado, que contempla una longitud de 2 kilómetros entre las estaciones 6+000 al 8+000, llevando a cabo reparaciones con el fin de restaurar la impermeabilidad de la presa en la zona de conflicto mediante la construcción de un muro impermeable.
Con ello, añade Conagua, es posible reducir el riesgo de falla de la presa en concordancia con el Estudio de Modificación de Seguridad de la Presa (DSMS, por sus siglas en ingles), el cual se centró en abordar los riesgos potenciales asociados con la pérdida de material en los conductos/tubificaciones que se desarrollan en la margen y caliza debajo del nivel de desplante de la presa y, además, dar cumplimiento de acuerdos celebrados entre los dos países a través de la CILA.
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Sin seguridad mínima
De acuerdo con la opinión del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, la Oficina de Reclamación del Departamento del Interior de Estados Unidos y la CFE, “la presa excede los límites de riesgo definidos en los lineamientos de las instancias estadounidenses (USACE. Interim Tolerable Risk Guidelines for US Army Corps of Engineers Dams), por lo que actualmente está clasificada como DSAC II- Urgente-Potencialmente Insegura, es decir, la presa ya no cumple con los parámetros mínimos de seguridad”.
Los análisis estiman que una ruptura en la presa La Amistad “muy probablemente causaría afectaciones aguas abajo hasta la presa Falcón, dejando una franja de destrucción en el golfo de México, pues el colapso se extendería hasta 390 kilómetros aguas abajo, generando destrucción a su paso al conjuntarse los volúmenes de ambos embalses junto con material de las cortinas”.
Conagua realizó un diagrama causa-efecto en caso de que la estructura de la presa colapsara:
Se estima que se afectaría el consumo de agua de una población del lado mexicano de más de 2 millones de habitantes, de los cuales más de 90% se asientan en 16 ciudades fronterizas, como Ciudad Acuña, Piedras Negras, Nuevo Laredo y Reynosa.