Con el argumento del combate al mercado ilícito de combustibles, el gobierno federal impuso nuevas medidas para la importación de mercancías.
Esto está obstaculizando la entrada de insumos y puede frenar a la producción manufacturera nacional, advirtió el presidente del Comité de Energía de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Régulo Salinas.
Informó que desde hace dos semanas se complicó la importación de materias primas, como grasas, aceites y más recientemente la de insumos para la industria farmacéutica.
Esto afecta a los fabricantes de lubricantes, aditivos, resinas sintéticas y plásticos, así como a las industrias automotriz, eléctrica, electrónica, entre otras, por lo que prácticamente todas las cámaras industriales están preocupadas, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Aunque la autoridad muestra voluntad para agilizar los trámites, las empresas afirman que solamente se les ha autorizado 30% del total de las solicitudes, lo que retrasa la entrada de insumos básicos para la operación de las máquinas y equipos, y puede generar paros en las plantas manufactureras.
“Había visto pocas veces apanicadas a tantas cámaras como con este decreto, pues ven serias amenazas a que tengan que parar la producción”, alertó el integrante de Concamin.
Con las nuevas medidas del gobierno federal, se solicitó a las industrias, de un día para otro, presentar un permiso de importación de combustibles y de otros insumos, por lo que los embarques que estaban en camino no pudieron ingresar, explicó Salinas.
Ahora, expuso, las empresas tienen que enfrentar más controles y la realización de inspecciones puede darse con discrecionalidad de los funcionarios.
Preocupa también que próximamente se dará a conocer una lista de aduanas por las que solamente podrán importarse esos insumos, lo que causará más costos a las empresas, porque no todas tienen infraestructura para recibir la mercancía.
Además, impondrán más restricciones y las medidas no detallan cuánto tiempo tiene la autoridad para resolver una solicitud, lo que causa incertidumbre en momentos en que la industria trabaja bajo el sistema “justo a tiempo”.