Como parte de su proceso de reestructura, Aeroméxico solicitó ayer el desembolso restante del Tramo 2 por 675 millones de dólares del financiamiento preferencial garantizado (DIP Financing) que obtuvo hasta por mil millones de dólares.
Andrés Conesa, director General de la aerolínea, comentó que el desembolso final es un paso importante que proporcionará liquidez para cumplir con las obligaciones en el curso ordinario del negocio, de manera oportuna y ordenada.
“Nos dará la flexibilidad para continuar nuestro proceso de reestructura con el objetivo de salir fortalecidos del mismo”, indicó Conesa a través de un reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El pasado 30 de junio, Aeroméxico informó que la empresa y algunas de sus filiales iniciaron un proceso voluntario de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos.
Además, como informó la aerolínea a la BMV durante su evento relevante del 13 de agosto de 2020, el Tramo 2 del DIP Financing puede convertirse, a opción del acreedor, en acciones de la compañía una vez reestructurada, sujeto a ciertas condiciones y a las aprobaciones corporativas y regulatorias aplicables —incluyendo la asamblea de accionistas de Aeroméxico— para la emisión de las acciones correspondientes.
Para llevar a cabo la conversión en acciones de la deuda bajo los créditos no garantizados, reconocidos en el proceso de reestructura bajo el Capítulo 11, en un porcentaje aún por determinar, y la conversión del Tramo 2 del DIP Financing, la asamblea de accionistas de Aeroméxico deberá aprobar un aumento en el capital social.
Asimismo, el precio de cotización de las acciones ha sido volátil desde el inicio del procedimiento de reestructura bajo el Capítulo 11 y puede disminuir significativamente su valor en el futuro, advirtió Aeroméxico.
Debido a ello, cualquier transacción sobre las acciones durante el proceso del Capítulo 11 es altamente especulativa e implica riesgos sustanciales para los compradores.
“Las futuras recuperaciones de nuestros accionistas con motivo del procedimiento bajo el Capítulo 11 dependerán de nuestra capacidad para negociar y confirmar un plan de reestructura, los términos de dicho plan, la recuperación de nuestro negocio con motivo de la pandemia por el Covid-19 y el valor futuro de nuestros activos, una vez convertidos nuestros pasivos en acciones”, agregó la aerolínea.
Aunque no se puede saber el tratamiento que tendrá el precio de la acción bajo el futuro plan, la aerolínea considera que es poco probable que los accionistas reciban una recuperación, ya que se espera que las deudas no garantizadas no sean pagadas en su totalidad y tengan que convertirse en nuevos títulos.
En consecuencia, hay un riesgo significativo de que los accionistas no reciban recuperación, o que ésta sea nominal, como parte de la reestructura.