Shanghái, China.- Los administradores judiciales del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande anunciaron que la compañía retirará la solicitud de quiebra que presentó en Estados Unidos en agosto del año pasado para proteger sus activos de los acreedores mientras negociaba la reestructuración de su deuda.
En un comunicado remitido anoche a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, los administradores atribuyen la decisión a que ya no se espera que las propuestas de reestructuración bajo las cuales se presentó esa solicitud prosperen después de que la Justicia hongkonesa ordenase la liquidación de Evergrande en favor de sus acreedores extranjeros.
La retirada de la petición para acogerse a la protección del llamado capítulo 15 (del título 11 del Código legislativo estadounidense, el referido a bancarrotas) también afecta a SJ y Tianji, las principales plataformas de financiación extraterritorial de Evergrande.
No obstante, los administradores aseguraron que "todas las opciones siguen abiertas" y que, de ser necesario, llevarán a cabo una nueva solicitud de bancarrota bajo el citado capítulo 15 "si lo consideran necesario o apropiado".
Esa normativa permite a las empresas extranjeras que están en proceso de reestructuración suspender los pagos de sus deudas internacionales en Estados Unidos; Evergrande aseguró en agosto que su deuda denominada en dólares estaba bajo la jurisdicción de Nueva York, por lo que presentó allí la solicitud.
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Tras las informaciones surgidas al respecto en la prensa internacional, la promotora aseguró que se trataba de "un proceso normal en el marco de la reestructuración de su deuda extraterritorial ('offshore')" y que no implicaba una bancarrota.
El 29 de enero, la justicia hongkonesa ordenó la liquidación de Evergrande en favor de sus acreedores extranjeros, un dictamen que abre un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos, ya que el sistema judicial de la antigua colonia británica está separado del chino en virtud de su estatuto de semiautonomía.
El año pasado, Evergrande aseguró, citando un análisis de Deloitte, que la tasa de recuperación para los inversores en caso de una liquidación rondaría en 3.4%.
Evergrande, con un pasivo de unos 330 mil millones de dólares, entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas.
El grupo, convertido en la principal cara visible de la crisis inmobiliaria en China, se vio sumido a finales de 2023 en nuevas turbulencias después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".
La semana pasada, el regulador chino del mercado de valores impuso una multa equivalente a unos 578 millones de dólares a la principal subsidiaria de Evergrande, Hengda Real Estate, por falsear más de 78 mil millones de dólares en ingresos durante 2019 y 2020, así como otros 12 mil 700 millones de dólares en beneficios.
Esta última cifra, según apuntó Bloomberg, es 20 veces mayor al escándalo de falsificación de beneficios de la estadounidense Enron en 2001.
mgm