El efecto de los accidentes registrados en julio pasado siguió afectando la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) en agosto, así como sus ingresos, de acuerdo con estadísticas de la empresa productiva del Estado actualizadas hace unos días.
El volumen de extracción de crudo y condensados se ubicó en un millón 835 mil barriles al día en el séptimo mes del año, una disminución de 43 mil barriles diarios con respecto a junio. Sin embargo, en agosto también hubo una merma de 22 mil barriles por día con relación a junio, para una producción promedio de un millón 853 mil toneles.
De acuerdo con estimaciones de EL UNIVERSAL, el crudo que se dejó de extraer representa pérdidas por 2 mil 245 millones de pesos.
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Entre el 7 de julio y el 4 de agosto, la cantidad de hidrocarburos que se dejaron de extraer a un precio promedio de 71.52 dólares por barril dejó una pérdida de 81 millones 242 mil dólares o mil 373 millones de pesos, considerando que el tipo de cambio en julio promedió 16.95 pesos por dólar.
Por las afectaciones de agosto, con promedios de 77.79 dólares por barril y 16.97 pesos por dólar en todo ese mes, Pemex dejó de ingresar 51 millones 342 mil dólares, es decir 871 millones de pesos.
Esta casa editorial contactó a la petrolera para solicitar una actualización sobre los efectos de los accidentes en la producción y los ingresos, pero no estuvo disponible para responder de inmediato.
En conjunto, ese monto acumulado en dos meses equivale a cerca de 7% de la inversión total que Pemex está destinando en 2023 para el mantenimiento de su infraestructura, que asciende a 30 mil millones de pesos.
Los percances
La madrugada del 7 de julio de 2023, a 80 kilómetros al noroeste de Ciudad del Carmen, Campeche, se reportó una explosión en la plataforma petrolera Nohoch-Alfa.
A bordo de esa infraestructura se encontraban 328 colaboradores, de los cuales 321 fueron rescatados con el apoyo de embarcaciones, pero dos personas perdieron la vida y hubo un desaparecido más, sobre el cual Pemex no ha informado.
Semanas posteriores al accidente, el director general de la petrolera mexicana, Romero Oropeza, señaló que tras la explosión, la producción de la región se vio afectada de forma importante.
“Se reflejaron 700 mil barriles de pérdidas por la caída en la producción, porque cerramos casi todos los pozos de la zona”, lamentó.
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El otro incidente fue un derrame que inició el 3 de julio con una fuga en el campo Balam.
Este derrame en la sonda de Campeche fue de mil 368 barriles que se dispersaron en 5.2 millas náuticas, situación que en julio escaló mediáticamente por las aseveraciones de organizaciones ambientales y de la UNAM, de que los hidrocarburos se habían extendido por 456 kilómetros.
El 4 de agosto, a través de un video, Romero Oropeza detalló sobre las afectaciones.
“Tuvimos diferimientos de producción muy importantes. Entre lo que diferimos allá [Nohoch-Alfa] y aquí [Balam], fue un millón 136 mil barriles. Sólo nos hacen falta 20 mil barriles, que los vamos a recuperar en los próximos días para llegar a la normalidad”, explicó entonces.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), con base en información de Pemex, los accidentes crecieron de 0.13 a 0.58 por cada millón de horas-hombre de 2019 a 2023.
Problemas a futuro
Para Ramsés Pech, analista del sector energético en Caraiva y Asociados, esta situación obedece a que Pemex no está invirtiendo de forma constante en el mantenimiento de su infraestructura.
Así, destacó que este año la petrolera está invirtiendo 30 mil millones de pesos en ese concepto y para 2024 se prevé una reducción de 50%, al proyectarse recursos por 15 mil millones de pesos.
“Pemex requiere mayor inversión en mantenimiento preventivo para no tener fugas, derrames, conatos de incendio. Los accidentes entre 2018 y 2023 han costado 7 mil 735 millones de dólares, cuyas consecuencias fueron 19 fatalidades y 21 lesionados”, lamentó.
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Agencias calificadoras de riesgo crediticio han señalado que ante los incidentes y la evidencia de falta de inversión en mantenimiento, la empresa ha quedado expuesta a estos impactos en producción y esto puede afectar a sus finanzas.
“Si vemos un recorte de capex [inversiones de capital] esperaríamos que la tendencia es que bajen los niveles de producción y esto no es algo que se pueda revertir en un año”, advirtió Roxana Muñoz, analista de Moody’s.
La calificadora tiene para Pemex una perspectiva negativa ante la situación de sus operaciones, el riesgo de accidentes y el endeudamiento, a pesar de los apoyos que ha recibido del gobierno federal.