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En aproximadamente 21 años, logró reducirse el porcentaje de empleados formales que trabajan en tiendas de ropa y calzado que ganan salarios de pobreza. En 2003 cerca de 70 personas de cada 100 estaban en dicha condición y en el 2024 el porcentaje bajó a 25 de cada 100, de acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Se estima que en el 2024, 386 mil empleados formales del millón 566 mil trabajadores que laboran en tiendas que comercian ropa y calzado, incluidas las tiendas de autoservicio y departamentales aún no ganan lo suficiente para comprar dos canastas básicas.
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Sin embargo, en las tiendas de ropa y calzado está el mayor número de empleados con “salarios de pobreza” con 276 mil, es decir, el 41% de su personal; mientras que en las tiendas de autoservicio y departamentales están los mejores sueldos ya que 110 mil personas, equivalentes al 12% de su personal tienen salarios que no les alcanzan para comprar las dos canastas básicas.
“La mejora salarial es reciente y se aceleró en 2022... no solamente se redujo quienes no ganaban lo suficiente para salir de la pobreza. De 60% a 28%, si lo vemos en las tiendas departamentales de las cadenas de autoservicio, el 72% ganaba menos de 10 mil pesos en 2021 y solo 18% ganaba entre 10 y 20 mil pesos y ahora el 58% gana entre 10 y 60 mil pesos”.
Aumentan los salarios pero aún son salarios de pobreza
En la presentación del Reporte “La Precariedad puede pasar de Moda”, el presidente ejecutivo de dicho organismo Rogelio Gómez Hermosillo, dijo que no es que esté todo bien, si no que se redujo la precariedad del trabajo, pero aún falta por hacer.
“Que maravilla que subieron los salarios, pero todavía son salarios de pobreza, no alcanza para dos canastas básicas. Redondeando son siete mil 500 pesos y dos canasta básica son nueve mil pesos, le faltan mil 500 pesos, redondeando”, añadió.
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Añadió que entre 2003 y 2018 en tiendas departamentales la producción bruta casi duplicó su valor y el valor agregado; mientras que en los supermercados se triplicó el valor de esos dos indicadores.
En el estudio proponen “impulsar la agenda del trabajo digno en una industria en particular permite una mayor incidencia, pues hay interlocutores claros que se sienten aludidos y responsables” y añadieron que existe conversación con las cámaras del vestido y del calzado lo que permite apoyar los esfuerzos para mejorar las condiciones laborales.
Además piden impulsar la producción sustentable y sostenible, a través de una mayor exigencia a las Empresas Socialmente Responsables, formar y capacitar a los trabajadores incluso en torno a los derechos laborales; promover los derechos humanos entre las empresas; e incremento suficiente al Salario Mínimo para superar los salarios de pobreza, entre otros.
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