Alrededor de 1.3 millones de niñas y mujeres adolescentes en México están ocupadas en formas de trabajo prohibidas, cifra que representa 39% de la población de cinco a 17 años, indican datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil del Inegi.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Con ello, se busca exponer los riesgos en los que están las niñas, niños y adolescentes que realizan algún tipo de estas actividades.
El trabajo infantil se define como la participación de las niñas, niños y adolescentes en formas de trabajo prohibidas, de acuerdo con la legislación nacional y los convenios internacionales.
Se refiere a personas de cinco a 17 años que laboran en sectores de actividad peligrosa, empleados por debajo de la edad mínima y ocupados en servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso, por realizarse en horarios prolongados y/o en situaciones de exposición a riesgos.
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Los resultados de la encuesta estiman que 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes están ocupados en formas de trabajo prohibidas, cifra que representa 11.5% de la población de cinco a 17 años. La tasa de trabajo infantil por sexo muestra que 13.6% de los hombres está en esta situación y en las mujeres es de 9.2%.
Del total de niñas y adolescentes en condición de trabajo infantil, 496 mil se desempeñan en una ocupación no permitida, 85 mil realizan alguna ocupación no permitida y quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 690 mil realizan exclusivamente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.
En cuanto a la población por debajo de la edad mínima para trabajar, el Inegi detalló que 37.5% tiene de 10 a 14 años, y 10.3% de cinco a nueve años.
La inclusión al mercado laboral en edades tempranas puede traer consecuencias que afectan el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes.
Un menor de edad que trabaja puede, por un lado, disminuir el tiempo y calidad invertido en el estudio u otras actividades que favorecen su crecimiento y, por otro, exponerse a sufrir algún problema físico o sicológico por realizar actividades que se consideran no adecuadas.
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Trabajo peligroso
El trabajo peligroso puede ser aquel en el que los menores están expuestos a abusos de orden físico, sicológico o sexual; se realizan bajo tierra o agua, en alturas peligrosas o espacios cerrados; se utiliza maquinaria, equipos o herramientas peligrosas; se realiza en medios insalubres; con temperaturas, ruido o vibraciones perjudiciales; se da en horarios prolongados o nocturnos, o son trabajos que retienen injustificadamente a la niña o al niño.
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Entre la población de cinco a 17 años en trabajo no permitido, destaca que, seis de cada 10 (60%) están en ocupaciones peligrosas y cinco de cada 10 (47.9%) en sectores de actividad peligrosa.
Por sexo, estas condiciones son también las más presentadas: 64.1% de los hombres y 49.9% de las mujeres están en ocupaciones peligrosas, en tanto que 55% y 30.4%, respectivamente, están en sectores considerados peligrosos.