Ambos podrían tener sus días contados como líderes parlamentarios, aunque en sus equipos aseguran que, aunque esa sea la intención del Ejecutivo, está por verse si las dos excorcholatas lo aceptarían.
Hay temor entre sindicatos y organismos patronales de que el gobierno eche mano de los 2.4 billones de pesos de los fondos de vivienda para destinarlos a otras tareas.