
Una universidad no es un gobierno que decreta leyes: es una inevitable meritocracia. No dicta la igualdad del conocimiento: se lo ofrece a quien desea merecerlo

Una universidad no es un gobierno que decreta leyes: es una inevitable meritocracia. No dicta la igualdad del conocimiento: se lo ofrece a quien desea merecerlo

Para todo efecto, la directora juzgaba que antes los científicos eran neoliberales y, por tanto, individualistas, indiferentes o adversos a “lo público” y “lo social”

Una vez creado el patrimonio, el morenista lo invertirá en la realización de un sueño que invariablemente es ridículo, patético o vulgar

Los asesores espirituales de la presidenta siempre tachan la primera línea del párrafo y esconden que Paz se refiere al lenguaje popular de los hombres, no de las mujeres, y menos aún de las indígenas

Abrevió lo que peroré en nuestra UNAM: que la de Hugo es una peculiar literatura, la de un heterodoxo mexicano, apartado de todo lugar común y conducta sancionada. Excéntrico, fuera de centro, escribe en y para la periferia

La vocera de la Casa Blanca declaró que el temblor que sacudió a Utah luego del asesinato del ideólogo señor Kirk se debió al enojo de un señor que se llama “Dios”

El/la mexicano/a promedio es un planetoide que órbita alrededor de la torta de tamal. Bañado en la fritanga crepitante, hinchado de colesterol tricolor, entona a diario su himno a la caloría: escucha hermano: hay tamales oaxaqueños

Lo mejor. claro, sería que resucitara Temis, la diosa griega y ciega con su balanza imparcial; la diosa de la Justicia y las Leyes, esas que la SCJN ya violó al abandonar el laicismo esencial

De la estatua del Buda casi se ven salir los efluvios que se meten por los ventanales a “La Casa del Silencio” y abrazan y arrullan frente a las cámaras al legislativo gurú

Decir que “un pueblo maduro tiene derecho a la Verdad” supone saber qué es la Verdad y qué la madurez y aún, en caso de ser necesario, hasta qué es el pueblo