En lo personal, me seduce incomodar, molestar, picar la cresta; se trata de una gimnasia de conocimiento: llevar hasta sus últimos límites el temperamento, la paciencia o la tolerancia de alguien

No estoy en contra de que el lenguaje sea utilizado como se les pegue la gana, con la excepción de que sea utilizado como consigna fascista, violenta y discriminatoria.