
Querer que el equipo nacional juegue mejor, deje todo en la cancha y consiga buenos resultados, no es equivalente a ser un mal mexicano
Querer que el equipo nacional juegue mejor, deje todo en la cancha y consiga buenos resultados, no es equivalente a ser un mal mexicano
Justo este tipo de partidos,a priori irrelevantes y totalmente traicioneros,suelen enturbiar el entorno