Nadie ignora un vehículo antiguo en la calle. Son piezas tan sorprendentes que atrapan la mirada de todos. Sin embargo, poseer un vehículo con décadas de antigüedad implica todo un reto que solo afrontan las personas muy afectas a los autos clásicos .
Édgar Martínez de la Garza soñaba desde niño con ser el dueño de un auto clásico. “Mi sueño era saber qué se sentía tener un coche de ese tipo, hasta que se me cumplió en diciembre de 2017”, cuenta el joven ahora propietario de un Ford Mustang 1977.
El automóvil de Édgar Martínez tiene su propia personalidad: la carrocería es perfecta con un deslumbrante color turquesa y partes cromadas bellamente cuidadas.
Los rines de este auto, tipo de panal, lucen un tono crema y un elegante detalle en rojo que ya no vemos en los rines de los autos actuales. Respecto al interior del Mustang 77, la vestidura es de piel color marfil, y se ve intacta como si el auto hubiera librado sin problema alguno el paso del tiempo.
En realidad estos autos despiertan el deseo de conducirlos para lucir en la calle. Sobre el mantenimiento de su automóvil clásico, Édgar Martínez admite que en ocasiones tiene dificultades para encontrar las refacciones de su auto que se fabricó 44 años atrás, sin embargo, él no desiste en hacer todo por obtener las piezas originales, aun a un elevado costo.
Beneficios de tener un clásico
Los propietarios de un auto clásico tienen como principal beneficio la satisfacción , ya que poseer uno de estos autos difícilmente enriquecería a alguien, y menos lo convertiría en millonario, según los mismos propietarios de vehículos antiguos.
En realidad, conducir y cuidar un auto antiguo es tener una debilidad por el fierro, dicen. “Tenemos el mal del fierro, eso nos define claramente, nos encanta tener automóviles, sobre todo si son antiguos, clásicos y de colección”, dice Luis Silva, presidente de la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección, en entrevista con El Universal.
El experto sostiene que el principal beneficio de poseer un auto clásico es la satisfacción personal de tener un auto diferente. Aunque admite que los carros clásicos no son una gran inversión, defiende que tampoco se deprecian con la rapidez con la que lo hacen los carros nuevos.
“Si vas a una agencia automotriz y compras un coche, en cuanto lo bajas de la banqueta se devalúa el 30% por lo menos. En cambio un auto clásico cada mañana aumenta su valor , sobre todo si lo tienes en un estado de conservación aceptable”, resalta.
Los gastos y gustos de tener un auto clásico
“Si quieres vender un auto clásico, no valen nada”, dice Rafael Sanromán Sánchez, propietario de un Dodge Mónaco de 1977. Refiere que tener un auto antiguo nunca te volvería rico porque las ofertas por un auto clásico no son elevadas. “Pero vale la pena preservarlos, más cuando las personas se encariñan con esos bonitos modelos que pertenecieron a alguien de la familia”, comenta.
“Lo único es que hay que tener en dónde guardarlos, y una persona que los mantenga limpios”, advierte.
En cuanto al uso de su auto, el señor Sanromán dice que, por mantenimiento y cuidado, saca su auto clásico una vez al mes o al bimestre, y lo regresa a su cochera.
Por su lado, el joven Édgar Martínez refiere que solo usa su Mustang 77 cada fin de semana, mientras su plan es seguir dándole mantenimiento hasta donde sea posible, ya que el costo de las refacciones es elevado.
“Las piezas son caras y aparte me cuesta el envío”, comenta sobre la compra de autopartes que hace en el sitio eBay. Además, cuenta que al ser un Mustang de 8 cilindros, su auto exige un alto consumo de gasolina, así como una afinación anual -aunque no sea un auto de uso constante- y la inversión necesaria en mantenimiento eléctrico, mecánico y estético que se requiere para mantener su estado de conservación.
El reto para los autos clásicos
Se calcula que solo en la Ciudad de México existen 17 mil automóviles con matrícula de auto clásico , y que la cifra asciende a aproximadamente 30 mil unidades a nivel país, de acuerdo con la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección. Sin embargo, dicho grupo de autos, a pesar de su belleza y valor histórico, enfrentan el reto de una futura extinción del combustible.
“Con la presencia creciente de los autos eléctricos e híbridos, el combustible fósil va a ir en decremento”, lamenta Luis Silva, representante de los clubes de autos antiguos. Incluso, comenta que la circulación de autos clásicos ya padece restricciones en algunas partes del mundo al tratarse de automotores que no cuentan con el convertidor catalítico que aminora la expulsión de gases nocivos.
“No nos permiten circular en algunas ciudades europeas, y seguramente esto podría suceder en la república mexicana”, expresa.
La pertenencia a los clubes
Para el señor Rafael Sanromán, la pertenencia a los clubes o la asistencia a las reuniones de autos clásicos con su Dodge Mónaco 77, no es atractiva, ya que considera que los autos quedan expuestos a maltratos.
Édgar Martínez por su lado, descarta por el momento integrarse a algún club de autos clásicos, a pesar de que se lo han recomendado para que se le facilite conseguir las piezas de su Mustang 77.
Sin embargo, Luis Silva, representante de 85 clubes de autos clásicos y antiguos en México refiere que la afiliación a las agrupaciones de autos ofrece beneficios como el acceso a una credencial con la que se obtienen descuentos en arrastres, en ópticas y unidades odontológicas.
“En la federación tenemos una biblioteca muy grande, y podemos orientar a los socios sobre dónde conseguir las refacciones”, dice. Además, en los eventos que organiza la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección se reúnen cientos de coches, pero principalmente amigos y familias que comparten el gusto por el fierro, expresa.