A medida que entramos en un nuevo círculo social, encontramos a alguien que el resto reconoce por “saber mucho de autos”.
Este entusiasta tiene muchas presentaciones. Puede ser alguien que sepa la ficha técnica de cientos de ejemplares, conozca las fechas exactas de cada momento memorable en el deporte motor o, bien, una infinidad de variantes que envuelven a la cultura automotriz.
En el mero inicio de mi carrera profesional me topé con una persona, quien, a pesar de ser una verdadera autoridad en el plano automotor; tenía bien claro que la acumulación de datos no era suficiente para ser un buen periodista de autos.
Para Miguel Ángel Silva Méndez, llevar las noticias de la industria automotriz a sus lectores o aconsejar a algún amigo que tuviera dudas en estos temas era una responsabilidad que requería de todo el profesionalismo disponible.
Desde inicios de la década de los noventa, Miguel Ángel tuvo claro que la búsqueda y presentación de datos del mundo automotor era algo fundamental para que este negocio creciera como la industria que hoy conocemos. Fue así como decidió fundar la revista Auto Motores Informa, la cual se posicionó como uno de los primeros títulos especializados en esta fuente dentro de nuestro país.
Cuando apenas empezaba a involucrarme con la complejidad y las maravillas de esta fuente, Miguel Ángel Silva me ofreció un empleo de medio tiempo en esta revista, donde apenas pasé un breve tiempo, pero donde aprendí mucho de lo que me ha funcionado para ser un periodista en la actualidad.
Acompañar a “Mike” en la cobertura de un evento era una experiencia que no he vivido fuera del título que fundó. Tan pronto entrábamos en donde fuera la presentación, conferencia de prensa o prueba de manejo, todo el mundo se acercaba y le saludaba con gusto y respeto. Él regresaba la cortesía a los colegas con cargos ficticios como “senador”, “diputado” o “ministro”, mismos que se habían vuelto una especie de sello en su personalidad.
No obstante, lo que siempre me llamó la atención en las relaciones profesionales de Miguel Ángel era la manera en la que era recibido por directivos o presidentes de las distintas marcas de autos, llanteras o asociaciones con los que trataba.
La amabilidad y el respeto siempre estuvieron presentes. Sin embargo, cada uno de ellos denotaba en su lenguaje corporal la preparación que requería estar frente a este periodista, pues no importaba qué tan buena fuera la relación, una vez iniciada la entrevista, Miguel haría preguntas que podían tomarlos por sorpresa y por ende, parecer poco preparados.
En defensa de los entrevistados, al trabajar con Miguel siempre había esta sensación, pues no importaba qué tanto me esforzara en la redacción de la revista, nunca era suficiente para sorprender al “ministro”. Sin embargo, más allá de cosechar un sentimiento de frustración, constantemente me llevaba un aprendizaje y estoy seguro que muchos de esos entrevistados compartieron esa sensación.
Al haber tenido una carrera tan longeva en el periodismo automotriz, Miguel Ángel Silva sirvió como escuela para muchos periodistas que hoy se desempeñan en medios de esta misma fuente. A muchos de ellos les conozco y me da gusto reconocer los hábitos de trabajo que Mike enseñó como método de profesionalismo para realizar un trabajo serio y, por encima de todo, pensando en la utilidad de la información al público que piensa comprar un auto o para quienes su negocio depende del estado de la industria automotriz.
Frente a una oleada de nuevas expresiones de contenido (youtubers, influencers, tiktokers, etc), donde este objetivo está alejadísimo, vale la pena aspirar las constantes intenciones de Miguel para crear algo que combine el profesionalismo, la objetividad y la seriedad que esta industria demanda, pues no solo basta con “saber mucho de autos”.
Miguel Ángel Silva Méndez falleció el pasado sábado 7 de agosto. Sin embargo, deja una herencia en lecciones de amabilidad y profesionalismo para muchas personas que han dedicado muchos años de su vida a la industria automotriz mexicana. Descanse en paz.
Diego Guilbert es un periodista especializado en la industria automotriz y editor responsable de AUTOPISTAS