Es común llegar a pensar que todos los aceites para motor son iguales. Bajo esa lógica, suena bien ahorrarse algunos pesos, elegir un aceite barato y bajar un poco el gasto mensual del mantenimiento del coche . Sin embargo, cada una de las diferentes opciones que se encuentran en el mercado tienen características distintas según el tipo de motor al que están destinadas. No poner atención a este aspecto puede llevarte a pasar muy malas experiencias con constantes averías .
¿Para qué sirve el aceite en el motor de tu coche?
El aceite cumple la función de lubricar el motor . Es decir, evita que las piezas internas hagan fricción entre ellas de manera directa al aplicar una capa protectora sobre las superficies metálicas. Si no hubiera lubricación de por medio, el desgaste entre los componentes incrementaría de manera muy acelerada, lo que al final, derivaría en un profundo desgaste y graves averías .
Además, el aceite actúa como una especie de refrigerante , pues al disminuir la fricción entre piezas, disminuye también la temperatura total del motor mientras el auto se encuentra en marcha.
Algunas marcas de lubricantes también incluyen aditivos que además de ayudar al aceite a cumplir su principal función, también agregan otras sustancias que permiten mantener en buen estado las piezas del motor . Por ejemplo, algunos de estos evitan la acumulación de residuos dañinos o previenen efectos de oxidación.
Cada automóvil requiere cierto tipo de aceite según su uso y características. Por lo que antes de contemplar cualquier compra, es importante que revises el manual del fabricante de tu vehículo , ahí vienen todas las indicaciones para elegir de manera correcta.
Las consecuencias de hacer una mala elección
En primer lugar, hay que hablar de los daños provocados por entender mal cómo influye la viscosidad de un aceite en su efectividad. En palabras simples, la viscosidad es un término que describe que tan “denso” es el aceite que estamos adquiriendo. Existe la idea errónea de que mientras más alta sea la viscosidad , mayor es la protección que tendrá nuestro motor, y eso está muy lejos de ser verdad, ya que una densidad más alta en el líquido hará más lenta su distribución por todas las piezas.
Los daños de alta viscosidad van desde problemas para el arranque hasta averías por deterioro. Esto debido a que el aceite , en muchos casos, no alcanza a humedecer a tiempo componentes importes como los cojinetes del cigüeñal, las bielas, las punterías y los pernos de los balancines. Lo que aumentará el desgaste rápidamente y puede generar incluso rupturas irreversibles.
Por otro lado, está el contrario de la situación anterior. Un aceite más “delgado”, de viscosidad baja, fluirá demasiado rápido y quizá no pueda cumplir su función de mediar la temperatura del motor , generando su sobrecalentamiento. El calor afecta de muchas maneras a un motor , una de las consecuencias más comunes es afectar la potencia de un vehículo de manera significativa.
Otra afectación de las más graves de usar un aceite de mala calidad es lo que coloquialmente se conoce como “ motor desvielado ”. Esto ocurre cuando una mala lubricación genera grumos y residuos que obstruyen los conductos a través de los cuales se distribuye el aceite . En el peor de los casos, el motor puede quedar inservible, por lo que sólo te quedaría la opción de reemplazarlo.
Algunas otras afectaciones son la obturación en el filtro, daños en el árbol de levas, en la cadena de distribución y afectaciones de los turbocompresores. Las reparaciones de este tipo de componentes varían mucho según el taller al que acudas. Lo cierto, es que sale mucho más barato elegir el aceite correcto para evitar cualquiera de estas averías .
Cómo elegir un aceite de calidad
Existen diversas instancias y normas internacionales para clasificar la calidad de un aceite de motor . Entre las más comunes se encuentra la API (American Petroleum Institute). Esta es una organización comercial que representa a los fabricantes de productos de petróleo en Estados Unidos. La organización está asociada con la SAE (Society of Automotive Engineers) y la ASTM (American Society for Testing of Materials). En conjunto ponen a prueba diferentes marcas a través de ensayos de laboratorio. Te recomendamos buscar su logo en el etiquetado del aceite que estés pensando comprar. Aunque claro, recuerda siempre verificar los requerimientos de tu vehículo en el manual del fabricante.