Estar al volante de una camioneta de esta naturalidad no es algo que suceda todos los días. Sí, poco a poco es más común tener opciones híbridas en el mercado, y las camionetas lujosas llevan un buen rato en los pisos de ventas pero, hace apenas unos años empezaron a juntarse ambas partes para dar resultados como el que nos atañe en esta prueba.
Pero la Lincoln Aviator Grand Touring no solo tiene la idea de ser una camioneta híbrida enchufable con todo el lujo a bordo, sino que también está, de cierta manera, orientada al alto desempeño. ¿No lo crees así? Solo falta recordar que a nuestra disposición tenemos 500 caballos de fuerza y 630 lb-pie de par, pero más adelante atacaremos ese punto.
En ese sentido, durante toda la prueba no pudimos dejar de pensar una cosa: con propuestas así, ¿quién necesita la propulsión de gasolina convencional?. Pero iremos atacando punto por punto.
Circulando con mucha presencia
No hace falta ser un vívido fanático de los autos para que la Aviator nos llame la atención cuando la vemos en la calle. Sus dimensiones grandes, proporciones llamativas y diseño discreto pero elegante la hacen una de las camionetas de gran tamaño más atractivas, pero siempre conservando ese estilo de trazos americanos que tanto agradan a nuestro vecino del norte.
Los cambios estéticos en comparación a la versión no electrificada son mínimas y solamente se centran en una parrilla ligeramente diferente, emblemas de Lincoln y Aviator con tonalidades azules y el puerto de carga en la parte de la salpicadera frontal del conductor.
Tal es la similitud con el modelo convencional que, cuando paramos a cargar en un centro comercial, la gente no entendía por qué una Lincoln Aviator estaba estacionada en un lugar exclusivo para autos eléctricos, hasta que notaban que estaba conectada.
El lujo americano en su máxima expresión
Durante muchos años hemos asociado el término “lujo” en los autos con marcas europeas, precisamente Audi, Mercedes-Benz, BMW y demás. No obstante, Lincoln tiene su propia interpretación de este punto y lo expresa en el habitáculo de una manera soberbia.
Si bien los europeos son minimalistas, con poco uso de madera o cromo, los americanos aprovechan ambos recursos para detallar todo el interior de la Lincoln Aviator.
La consola central tiene terminados muy agradables al tacto que nos hacen sentir que todo el dinero que tendríamos que gastar comienza a estar justificado.
El único punto que no termina de convencernos es este sistema de apertura de puertas por botones que, tarde o temprano, terminará descomponiéndose pues siempre que queramos usar el auto deberemos de abrirlas, así que tendrá un desgaste muy marcado. En Lincoln pensaron en eso y escondieron una palanca en la parte baja de la puerta, que es muy complicada de encontrar si no sabes de su existencia.
El sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil tipo flotante de alta resolución, el excelente trabajo en conjunto del sistema SYNC de Ford y las 28 bocinas rimadas por Revel sin lugar a dudas nos hacen sentir a bordo de un auto de lujo, y ni se diga del masaje para conductor o cancelación de ruido externa.
Finalmente, a pesar de albergar una batería de 13.6 kWh en la parte baja del vehículo, el espacio interior es básicamente el mismo, ya que desde un principio se desarrollo la plataforma con fines de electrificación. Eso sí, la tercera fila de asientos es inutilizable para adultos, pero un par de infantes de menos de 1.5 metros no tendrán problemas en viajes cortos.
Lo realmente importante no se ve, pero se siente
Es una situación muy inusual. Te encuentras manejando sobre la autopista a altas velocidades con una camioneta de casi 500 caballos de fuerza, que está siendo motivada solo por la electricidad, mientras te dan un ligero masaje. No escuchas nada del ruido exterior pero tu música es más clara que nada. Esta sería la constante que vivirás con la Lincoln Aviator Grand Touring si decides hacerte de una.
Eso sí, hay que tener algo en mente: su apoyo eléctrico está más orientado hacia el desempeño que hacia el ahorro de combustible, pero no hace mal esta última parte.
Bajo el largo cofre se tiene un motor V6 de 3.0 litros turbocargado , que se empareja con sistema de propulsión eléctrico de 13.6 kWh para dar como resultado 494 caballos de fuerza y 630 lb-pie de par . La tracción integral es de serie en esta versión y recibe el poder mediante una transmisión automática de 10 velocidades con un par de retoques para mejorar su respuesta.
Desde el momento en el que pisas el acelerador, es abrumadora la manera en la que una camioneta de estas dimensiones despega, especialmente gracias al trabajo de la tracción integral y la prácticamente instantánea entrega de poder eléctrica.
El motor de 75 kW descarga su poder rápido, ayudando a que los poco más de 300 kilogramos extra de los componentes eléctricos sean imperceptibles. En caminos revirados, la Lincoln Aviator Grand Touring se siente sólida, con poco balanceos de carrocería gracias a un centro de gravedad más bajo e inspira seguridad en las curvas por el buen trabajo de la tracción en las cuatro esquinas.
Sin embargo, cuesta un poco de trabajo acostumbrarse a las medidas de la camioneta , así como la entrega de poder. Si no eres cuidadoso con el pedal derecho, terminarás acelerando más de lo que querías, pero una vez que le agarras el hilo, realmente se maneja muy bien.
En comparación a la Aviator convencional, que manejamos a finales del año pasado, la dirección y suspensión se sienten ligeramente más sólidas gracias a ligeras modificaciones motivadas por la naturalidad de “alto desempeño” que busca la camioneta.
¿No quieres gastar gasolina en tu trayecto? Escoge el modo Pure EV y llegarás a tu destino gracias a la electricidad, siempre y cuando se encuentre a una distancia de 30 kilómetros y no superes los 140 km/h.
¿Vale la pena por casi 2 millones de pesos?
Con un precio oficial en México que arranca en $1,922,000 pesos , los compradores que estén buscando una camioneta de lujo híbrida se preguntarán una cosa: ¿vale la pena?
Por el momento, podemos decir que es la única de su categoría en juntar el lujo, la deportividad y la movilidad electrificada, así que si buscas estos tres puntos y tienes la solvencia económica para comprarla y mantenerla, sí que vale la pena. Hay propuestas como la Volvo XC90 Recharge, pero se queda apenas por arriba de los 400 hp y no cuenta con todo el lujo del interior de la Lincoln Aviator, además de que aún no hay precios oficiales en México.
Es entonces solo cuestión de tiempo para que otras marcas comiencen a comercializar más y más productos de esta naturaleza, que poco a poco irán haciendo que las personas se hagan la siguiente pregunta: ¿En verdad necesitamos los motores de gasolina pura?