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La llegada de BAIC al mercado mexicano, en 2016, marcó el inicio de una nueva etapa donde los autos chinos hicieron un segundo intento por ofrecer sus productos. El primero de ellos fue FAW, pero esa es otra -amarga- historia.
BAIC llegó de la mano de MotorNation, un importador que también es el responsable de Changan y JMC, quienes siguen apostando por ofrecer productos de estas marcas. Específicamente, la firma originaria de Beijing es de las más longevas en cuanto a presencia nacional, aunque no con el auge de JAC o Chirey, por ejemplo.
En uno de sus más recientes intentos por buscarse un lugar entre los consumidores, tocó manejar la X35, un SUV subcompacto que tuvo un rediseño hace no tanto tiempo, y que a primera vista luce bien. Sin embargo, lo importante también es la experiencia de manejo, ¿y en ese rubro cómo anda?
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Estética amigable
Todavía hay quienes aseguran que el diseño de los autos chinos tiende a parecerse a otras marcas, pero eso cambia con cada generación de vehículos. El BAIC X35 es, en general, una camioneta bien lograda desde este punto, pues tiene líneas redondeadas con remates visuales en plástico que simula aluminio cepillado, algo de cromo y buenas proporciones.
Quizá la parte trasera recuerde un poco al Peugeot 2008 de primera generación por la forma de las luces, pero en general, es un diseño más bien conservador que busca ganarse la mayor cantidad de adeptos posibles.
Por dentro se repite este patrón, pues no hay extravagancias ni formas raras. Parte de ello tiene que ver con el precio, pero en términos generales, es una cabina bien lograda desde el punto de vista ergonómico.
Los controles de aire acondicionado son botones físicos acomodados en tres sectores, debajo de la barra que controla el sistema de infoentretenimiento. Como ocurre en muchas otras marcas, se extraña la perilla del volumen y, algo particular de los autos chinos, es que su sistema de infoentretenimiento es confuso. Incluso, al emparejar el Bluetooth del celular, dice la típica frase “Bluetooth device is connected”.
Los materiales son, en su mayoría, rígidos, pero de buena factura y acomodo. Los asientos de tela tiene mucho soporte lateral, algo que me impresionó por no ser un vehículo deportivo. El espacio es generoso para todos los ocupantes y algo que se agradece es el buen tamaño de todos los cristales.
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A la vieja escuela
Ahora bien, detrás del volante del BAIC X35 hay una sensación de viajar al pasado, principalmente por la transmisión automática. Se trata de una de convertidor de par de cuatro velocidades, que como es de esperarse, vuelve lenta a la camioneta en prácticamente todos los escenarios.
En ciudad es menos notorio, pues el tránsito no permite aceleraciones fuertes, pero al momento de incorporarse a una vía rápida o de toparse con una subida ligeramente empinada, hay que cambiar la palanca a “L” para que suba. Para conocer más sobre su desempeño, aprovechamos el fin de semana para una escapada a Tepotzotlán, donde efectuar rebases toma tiempo y espacio.
El motor en sí no es malo, se trata de un 1.5 litros con 116 caballos de fuerza, que con la transmisión manual que también se ofrece seguramente tiene un mejor desempeño. Esto lleva a pensar también en los consumos, pues apenas rozan los 10 km/l, que para el segmento al que pertenece, podría ser mejor.
En cuanto a sensaciones generales, la dirección tiene un tacto adecuado para tomar curvas con relativa confianza mientras que la suspensión tiende a suave, pensando en la comodidad antes que el manejo emocionante.
Área de mejora
Por los $395,900 que cuesta la BAIC X35 automática hay que tomar en cuenta que solamente cuenta con dos bolsas de aire. Sí, lleva ABS, EBD, control de tracción, estabilidad y frenos de disco en las cuatro ruedas pero aún así queda a deber en seguridad.
Otro punto a considerar es el área de post venta, pues al ser parte de un importador, la red de distribuidores es pequeña y las refacciones podrían ser complicadas de conseguir a largo plazo.
