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Parece que ha pasado mucho tiempo desde que Volkswagen anunció su inmersión total en el mundo de los eléctricos. Sin embargo, fue hace apenas dos años cuando el gigante de Wolfsburg presentó su primer eléctrico de origen.
Este lleva por nombre Volkswagen ID.3 y es, sin lugar a dudas, un nuevo punto de partida para una marca que aún busca sacudirse la imagen de una marca contaminante entre el público de los Estados Unidos.
Para demostrar que el mercado norteamericano merece una consideración especial, Volkswagen ha desarrollado una variante de su primer eléctrico y lo ha llamado ID.4. Tiene una carrocería más parecida a la de una SUV y es fabricado en la planta que la compañía tiene en Chattanooga, Tennessee.
Este modelo ya se comercializa en Estados Unidos y es altamente probable que se venda en México para finales de 2022. Por ello, Volkswagen nos invitó a conocerlo al complejo donde es ensamblado para tener una breve experiencia con este vehículo.
Lo primero que llama la atención en el Volkswagen ID.4 es su forma, pues a pesar de tener una elevada altura contra el suelo, no llega a los estándares convencionales de una SUV tradicional. Es más parecido a la forma de un Cupra Formentor, por ejemplo.
Los trazos son muy similares a lo que habíamos visto en el ID.3 y, sin lugar a dudas, resulta sumamente refrescante si lo comparamos contra otros modelos que Volkswagen comercializa en la actualidad. El estilo es minimalista, los trazos y líneas son fluidos y no se perciben piezas anguladas en todo su cuerpo. Tiene elementos de corte futurista como un emblema que se ilumina cuando está encendido el auto. Sin embargo, este detalle es solo un adelanto de la experiencia que se vive en el interior.
Y es que, puertas adentro, el Volkswagen ID.4 es una grata sorpresa para un vehículo de esta marca y un agradable replanteamiento de tecnologías que por mucho tiempo dábamos por sentado. Por ejemplo, la luz ambiental del interior tiene un propósito real de involucrarnos con lo que sucede dentro y fuera del auto.
Si establecemos una ruta en el navegador del auto, la luz ambiental se acentuará hacia el costado en el que tengamos que dar una vuelta o, si queremos hacer un comando por voz, toda la iluminación se pausará por un brevísimo instante como sucede con los asistentes personales de Amazon o Google.
Es sumamente amplio y los espacios son abiertos a causa de la ausencia de grandes consolas de almacenamiento o paneles. Esto remarca su carácter minimalista y resalta la presencia de monitores que sirven como pantalla de infoentretenimiento y tablero de viaje.
Una de las grandes virtudes de este vehículo es que, al estar tan definido a un reinicio en la concepción de los productos Volkswagen, la tecnología está al alcance de la mano. En este sentido, todos los softwares del auto son sumamente rápidos, intuitivos y, hasta cierto punto, irreverentes.
Por ejemplo, si activamos los comandos por voz y decimos “my butt is cold” (mi trasero tiene frío), el auto activará la calefacción de los asientos. Además, este sistema de inteligencia artificial puede identificar si el que hace las órdenes es el copiloto o el conductor y, de esa manera, ejecutar las acciones de manera específica.
El desarrollo del Volkswagen ID.4 tuvo como objetivo recopilar lo más avanzado en tecnología que tiene la marca alemana y ofrecer un manejo “tan dinámico como el Golf GTI”. Para cumplir ese segundo propósito, han dotado a este modelo de un paquete de baterías que puede generar 295 caballos de fuerza y 338 libras-pie de torque.
La aceleración de este modelo es sumamente potente, ya que logra alcanzar el registro de los 100 kilómetros por hora en 5.7 segundos. Esto es considerablemente destacado para un vehículo familiar con poco más de dos toneladas de peso.
Este tren mecánico tiene la capacidad de recorrer 400 kilómetros con una sola carga y el rendimiento de esta autonomía se logra sin sacrificios en lo que puede considerarse un manejo normal. Es decir, no hay que ir midiendo qué tanto apretamos el acelerador para lograr lo que Volkswagen promete.
El Volkswagen ID.4 llegará a nuestro mercado a finales de 2022 o, bien, inicios de 2023 y, aunque parece muy lejana su introducción en nuestro mercado, les puedo asegurar que vale la pena la espera porque el mensaje de renovación de la marca alemana hacia un futuro menos contaminante y más tecnologizado es muy tangible con este modelo.